El Senado recibe con frialdad la propuesta de Obama contra los excesos de la banca

La iniciativa de Barack Obama para prohibir que los bancos se embarquen en operaciones especulativas por cuenta propia con los depósitos garantizados de sus clientes, caminó este martes por una capa de hielo muy fina. Los miembros del comité bancario del Senado no tienen claro cómo integrarla en la reforma financiera, que podría atascarse tras casi un año de negociación.

El ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker, que ejerce actualmente el papel de asesor económico de Obama, tuvo que defender ante dicho comité lo que ya se conoce en Wall Street como la regla de Volcker, es decir, la idea, compartida por el presidente, de levantar "un muro" entre las actividades de la banca comercial y la de inversión. "Está llegando tarde al juego", le reprochó Christopher Dodd, presidente del comité, "esperábamos respuestas concretas y no las estamos teniendo". "Cuanto más le escucho, más confundido estoy", le dijo por su parte Mike Johann.

Entra las entidades que podrían verse afectadas por la medida está Goldman Sachs. Volcker dijo que si quiere mantener esas actividades, deberá "renunciar" a la licencia de holding bancario, estatus que adquirió en otoño de 2008 para tener acceso a los mecanismos de ayuda de la Reserva Federal. Lo mismo se aplica a Morgan Stanley.

El asesor de Obama, de 82 años, dijo que su iniciativa está diseñada para evitar tentaciones en el futuro. "No viviré lo suficiente para ver la próxima crisis, pero mi alma volverá", dijo. Volcker defendió que se de autoridad a los reguladores para proceder a una "eutanasia" controlada de los bancos que se metan en problemas.