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Sindicatos de EE UU y Reino Unido negocian fusionarse

Siglo y medio después del "proletarios del mundo, uníos", el United Steelworkers estadounidense está a un paso de unir fuerzas con el británico Unite para crear el primer sindicato con aspiración global. La organización luchará por la defensa de los derechos de tres millones de trabajadores en EE UU, Canadá, Reino Unido e Irlanda.

La alianza transfronteriza se anunciará formalmente durante la convención de United Steel-workers que se celebrará en Las Vegas (Nevada, EE UU) en julio. A diferencia de las federaciones internacionales, esta nueva organización funcionará como un solo bloque a la hora de organizar y negociar las condiciones de los empleados que estén bajo su paraguas. Lo que está por ver es cómo los afiliados de un país movilizarán sus recursos para apoyar a los otros.

Aunque Steelworkers conserva el nombre de los empleados del acero, hace tres años se fusionó con los sindicatos de los sectores del papel, químico, salud y energía para elevar su influencia y contener la fuga de afiliados. Sus 850.000 integrantes se sumarán a los dos millones de Unite, nacido de la fusión de Amicus y de Transport and General Workers Union, que cubre a asalariados de compañías como BP, British Airways, BAE Systems y Rolls-Royce.

Acción internacional

Leo Gerard, presidente de Steel-workers, dijo que la globalización obliga a dar una escala mundial a la acción sindical para llegar a los trabajadores en cualquier lugar del planeta.

La fusión, de completarse con éxito, será el germen de una unión con visión planetaria, ya que sus dirigentes están en conversaciones para forjar alianzas con organizaciones en países emergentes en la Europa del Este, Asia y América Latina.

Los dos sindicatos esperan contener además la caída en el número de afiliados que se observa desde hace años en EE UU y varios países europeos. Los recortes de plantilla y los planes de bajas incentivadas en la industria, tradicionalmente la más sindicalizada, explican esta tendencia, que se ve alimentada por una mano de obra cada vez más móvil a escala global. Los analistas dudan de que esto vaya a cambiar la dinámica.

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