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Standard & Poor's cree que España incumplirá el 3% de déficit para 2013

La agencia mantiene la amenaza de rebajar la calificación de la deuda

Lucía Abellán

España no crecerá tanto como prevé el Gobierno de aquí a 2013. Y, por tanto, el déficit público tampoco alcanzará el soñado 3% del producto interior bruto (PIB) que exige Bruselas. La agencia de calificación de deuda Standard & Poor's (S&P) cuestiona los pronósticos del Ejecutivo y los planes puestos en marcha para alcanzarlos. Existe un "significativo riesgo en la aplicación de los planes de consolidación fiscal del Gobierno, que aún no están totalmente especificados", disparó ayer la agencia en un comunicado.

El perfil económico que S&P atribuye a España difiere radicalmente del oficial. Este organismo espera un crecimiento acumulado del 0,6%, un tercio de lo previsto en el Programa de Estabilidad que acaba de enviarse a Bruselas. Ese "débil" avance "podría minar" la consolidación fiscal. Tan prudente pronóstico se traduce en cifras más contundentes. Frente al déficit del 3% que España ha comprometido para 2013, S&P vislumbra más del 5%. "Habrá mucha oposición a las medidas del Gobierno. Y no están en una situación particularmente fuerte, dada su dependencia de los partidos nacionalistas para aprobar leyes", argumenta Trevor Cullinan, analista de S&P en Londres.

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En la deuda hay menos discrepancias: un 74% con que cuenta el Ministerio de Economía para 2012 frente a "más del 80%" que teme la agencia, firme en su amenaza de rebajarla desde el nivel actual (AA+, el segundo mejor posible). La amenaza se formuló por primera vez en el informe de S&P sobre España de finales de 2009, que rebajó la perspectiva de estable a negativa. Esa situación continúa "en ausencia de actuaciones más agresivas y tangibles de las autoridades", puntualiza el comunicado. Cullinan abunda: "La nota podría rebajarse si hay un deterioro respecto a nuestras actuales previsiones". El nuevo informe se publicará antes de agosto.

Uno de los elementos que Standard & Poor's observa con más recelos es la recaudación fiscal que proyecta el Ejecutivo. Los Presupuestos de 2010 confían en unos ingresos muy similares a los del año pasado, el peor de la crisis. A pesar de que la hipótesis no peca de triunfalismo, la agencia ve "riesgos a la baja" por la excesiva dependencia española de la demanda interna, en particular del sector inmobiliario. "Ninguna de estas dos fuentes va a contribuir con fuerza al crecimiento de los ingresos en los próximos años", zanja el comunicado.

La agencia no confía demasiado en que la ley de economía sostenible consiga sanear el modelo de crecimiento económico. "La necesaria reorientación de la economía desde la demanda interna guiada por el crédito hacia los mercados exteriores se verá impedida por las significativas rigideces de la economía española".

Ésa suele ser la expresión favorita de organismos internacionales, bancos centrales y agentes del mundo financiero para aludir al mercado laboral. "La principal rigidez es la naturaleza dual [entre fijos y temporales] del mercado de trabajo, especialmente en los costes del despido", confirma Cullinan, que considera que el Gobierno "no está abordando ese problema", a pesar de que la reforma laboral que negocia con empresarios y sindicatos tiene como principal objetivo reducir la temporalidad, que afecta a un 25% de los trabajadores.

Este analista celebra la intención del Ejecutivo de elevar dos años la edad de jubilación, pero no cree que baste para embridar el déficit al 3% en 2013. En cuanto al sector financiero, S&P considera que el ajuste económico y el deterioro de los activos "seguirán poniendo a prueba la resistencia del sistema bancario español".

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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