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Standard & Poor's deja la nota de solvencia de Portugal a un paso del bono basura

El cuarto recorte en dos semanas de la calidad de la deuda portuguesa incrementa la presión sobre sus bonos.- La agencia también rebaja la calificación de Grecia

Satandard & Poor's se ha dado prisa en cumplir la amenaza que lanzaba hace apenas 24 horas y ha rebajado esta tarde la nota de solvencia de la deuda portuguesa en un peldaño hasta BBB-, con lo que se queda a un paso del bono basura, una calificación que equivale a que es una "inversión cuestionable" solo apta para inversores especulativos. El recorte, el cuarto que sufre Portugal en apenas una semana y, de hecho, el segundo por parte de S&P en este periodo, ha recrudecido el acoso contra su deuda en los mercados, donde se apuesta a favor de un rescate más pronto que tarde. Por su culpa, la rentabilidad exigida a los títulos del Tesoro luso ha seguido marcando nuevos récords en el mercado secundario de deuda, lo que complica aun más las posibilidades de salir del bache por su cuenta sin recurrir al auxilio de los socios del euro.

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"La rebaja refleja nuestra visión de que el comunicado con las conclusiones del Consejo Europeo del pasado 24 y 25 de marzo confirma nuestras expectativas de que la reestructuración de la deuda puede ser una condición de acceso a los fondos del Mecanismo de Estabilidad Europea (ESM) y de que la deuda pública senior estará subordinada a los préstamos del ESM", ha argumentado la agencia, que considera que estas circunstancias van en detrimento de los acreedores comerciales de los países de la UE. Además, lo que añade más dudas sobre el futuro del país, ha dejado su calificación en perspectiva negativa, con lo que es posible que vuelva a recortarla en el plazo de tres meses.

En los mercados, la noticia ha deteriorado aun más la ya castigada deuda de Portugal, que ha cruzado la frontera entre la posibilidad de sobrevivir por sus propios medios y la duda razonable de lograrlo a raíz de la crisis política desatada por la dimisión de su primer ministro, José Sócrates, el pasado miércoles, tras el rechazo del Parlamento a su cuarto plan de ajuste. En concreto, la prima de riesgo de Portugal ha vuelto ha marcar hoy su segundo máximo consecutivo desde que el país entró en el euro en 199 al alcanzar los 466 puntos básicos. Este indicador es el mejor termómetro de la confianza en las finanzas de un país y que se establece a partir del diferencial entre los intereses que se piden por comprar sus bonos a 10 años en el mercado secundario, donde se negocian los títulos una vez emitidos, frente a los alemanes, de referencia.

En la deuda a corto plazo, donde las dudas de los inversores ante eventuales problemas de pago por parte de Lisboa son mayores, tal y como demuestra que el diferencial entre sus letras y las alemanes aumenta a los 595 puntos básicos, el nivel al que cotizan sus bonos superan ya a los tipos que desbocaron el rescate de Irlanda.

Además, S&P ha reducido también hoy la calificación crediticia de la ya rescatada Grecia en dos escalones, hasta hundirlo dentro del rango de bono basura con una nota de BB-. Además, la ha dejado con perspectiva negativa. La razón: el riesgo de una futura reestructuración de su deuda tras los cambios en la características del mecanismo de ayuda. "Las expectativas de que la reestructuración de la deuda soberana es una posible precondición para los préstamos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM), y que la deuda gubernamental sin garantías estaría subordinada a los préstamos del ESM", insiste esta agencia, una de las tres que domina el sector de la medición del riesgo. "Ambos elementos, desde nuestro punto de vista, son contrarios a los (intereses de) acreedores comerciales", agrega.

Los analistas de S&P indican que esto, unido "a la gran deuda pública de Grecia y a las altas necesidades de endeudamiento, socava los planes de Grecia para retomar préstamos comerciales a mediados de 2013 y aumenta la probabilidad de reestructuración de la deuda". La agencia considera que en Grecia, una vez que acabe el programa trienal de apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la eurozona en 2013, "se incrementará la posibilidad de una reestructuración de la deuda". Para Atenas, sin embargo, que ha vuelto a criticar airadamente la decisión de la sociedad de medición de riesgos, el recorte es "desequilibrado" e "injusto".

El primer ministro portugués, José Sócrates, en una rueda de prensa el pasado septiembre en Lisboa.
El primer ministro portugués, José Sócrates, en una rueda de prensa el pasado septiembre en Lisboa.AFP

El Banco de Portugal revisa a la baja sus perspectivas de crecimiento

El Banco de Portugal ha empeorado de nuevo sus previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del país para 2011 y 2012, con lo que la contracción de su economía aumenta al 1,4% para este año y volverá a crecer, aunque mínimamente con un 0,3%, el siguiente. No obstante, no descarta volver a rebajarlas en un futuro, ya que la necesidad de adoptar nuevas medidas de ajuste en el país podrían empeorar aún más las previsiones y alargar la contracción de la economía hasta el próximo año.

Según recoge el Boletín Económico de Primavera de la institución, la economía portuguesa se contraerá un 1,4% este año, frente a la caída del PIB del 1,3% estimada en su edición de invierno. En 2012, la economía lusa crecerá un 0,3%, en comparación con el 0,6% de la anterior estimación publicada en enero.

La institución aclara que estas proyecciones sólo tienen en cuenta las medidas ya especificadas y aprobadas, enmarcadas en los Presupuestos Generales del Estado y, en esta línea, subraya que no refleja todas las medidas necesarias para cumplir con los "exigentes" objetivos presupuestarios asumidos por el Gobierno portugués para 2011 y, en particular, para 2012.

Respecto a 2011, el Banco de Portugal señala que todavía persisten los riesgos "nada desdeñables" derivados de una consolidación fiscal "sin precedentes". De cara a 2012, subraya que es necesario un conjunto "sustancial" de medidas adicionales de carácter permanente para alcanzar los objetivos marcados por el Gobierno.

En este sentido, señaló que dado que aún faltan por especificar las medidas para 2012, las previsiones para ese año deben relativizarse, ya que tanto el proceso de consolidación presupuestaria como el desapalancmiento de la economía no estarán concluidos en 2011 y podrían provocar una reducción significativa de la tasa de crecimiento respecto a las estimaciones actuales, acercando más la previsión de 2012 a la de este año.

Además, señala que la concreción de las mismas es "esencial" para promover un ajuste efectivo de las necesidades de financiación externa. "La economía portuguesa no esta preparada para acompañar la recuperación económica en Europa, aunque debería beneficiarse de la demanda externa", agrega.

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