El Supremo prohíbe a Nike usar esta marca en los productos textiles que venda en España
La sala de lo civil del Tribunal Supremo ha zanjado uno de los más antiguos litigios de marcas que existían en España. El fallo del Supremo ha confirmado la validez de los derechos de la marca Nike en España a favor de la empresa catalana Cidesport y prohíbe a la multinacional norteamericana Nike International fabricar, distribuir o comercializar productos textiles en España con la marca Nike. La sentencia, que no afecta al calzado, tiene gran trascendencia porque obligará a la multinacional a prescindir incluso de etiquetas, envoltorios y anuncios publicitarios donde figure Nike.
Ha sido un largo litigio de más de nueve años de duración que se ha saldado en favor de David y en contra de Goliat. La pequeña firma de L"Hospitalet de Llobregat Cidesport ha visto refrendadas sus tesis por el Supremo, que ha validado sus derechos de marca Nike. La firma catalana registró estos derechos en el antiguo registro de la Propiedad Industrial en 1932. Los accionistas de Cidesport fueron los primeros en Europa en comprar los derechos de marca.Cidesport era la licenciataria de los productos textiles Nike para España, hasta que en los años noventa la firma estadounidense decidió expandirse por Europa y consiguió -cosa insólita- registrar sus productos a pesar de la duplicidad de marca en el mercado.
Desde entonces se entabló una dura batalla legal entre Cidesport y la multinacional Nike International. Los norteamericanos adujeron que los derechos de la empresa española estaban "caducados por falta de uso" y con prepotencia tildaban de "copistas" a los españoles, que actuaban según la vieja licencia cuyos derechos tenían adquiridos.
Cidesport usó bajo licencia la marca Nike con conformidad de la multinacional hasta que, en julio de 1990, ésta obtuvo el registro de marca que ahora ha sido declarado nulo. La decisión del Supremo no afecta al calzado deportivo, ni a los balones de la multinacional.
La firma norteamericana obtuvo sentencias favorables en primera instancia en Barcelona y en la propia Audiencia Provincial de Barcelona, que han sido revocadas por el fallo rotundo del Supremo. Esta sentencia ha roto, al menos, con el absurdo de dos marcas duplicadas, como venían existiendo en el mercado español.
Una forma de zanjar el litigio es que Nike adquiera los derechos de registro en España, cuestión que ninguna de las dos partes descarta. Pero, de momento, Nike International estudia un posible recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Para ellos, la sentencia firme del Supremo significará, por ejemplo, tener que suprimir las etiquetas de las camisetas del FC Barcelona y otros equipos de otras disciplinas, como el Estudiantes o el Barça de baloncesto, que llevan la marca Nike en España. La multinacional sólo puede firmar éstas con el logotipo swooch (la alita símbolo bajo la marca del producto), pero no con el nombre Nike. También deberán dejar de utilizar el nombre en sus anuncios de publicidad en España.
Los responsables de Nike también instaron contra la empresa española a la justicia de Estados Unidos, en diciembre de 1989, con una multimillonaria demanda por daños y perjuicios que fue archivada al declararse los tribunales estadounidenses no competentes porque Nike International tenía su domicilio social en Bermudas, un paraíso fiscal sometido a la ley británica.
La apabullante situación de dominio de la multinacional produjo incluso gestiones no oficiales de la Casa Blanca sobre la Presidencia del Gobierno español poco antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona.
"Esta sentencia zanja definitivamente la cuestión", afirma el presidente de Cidesport, Lorenzo Rosal Bertrand. "Ver atendidas nuestras tesis nos anima a seguir con la producción y la venta de los productos Nike, como ha sido nuestra filosofía desde hace 35 años".
Cidesport, con 160 empleados, facturó el pasado año unos 4.000 millones de pesetas como fabricante y distribuidor de diferentes marcas deportivas; de ellos, unos 1.600 millones son productos textiles Nike. La multinacional estadounidense no produce en España, aunque vende unos 40.000 millones de pesetas, de los que unos 15.000 corresponden a productos textiles.
