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Tailandia añade leña a la guerra de divisas con más impuestos

Bangkok elimina exenciones para los inversores foráneos

La reunión del G-20, el club de las grandes potencias económicas y países emergentes, llegó a un acuerdo explícito en abril de 2009 para evitar una carrera de devaluaciones entre los países, en busca de mejorar la competitividad respecto a la del vecino. La guerra de divisas, 20 meses de después, tiene carta de naturaleza. Japón, Suiza, Estados Unidos, Corea del Sur, Reino Unido y Brasil han estando activando medidas que de forma más o menos directa usan la moneda como instrumento. Y Tailandia ayer la recrudeció. El Gobierno anunció que eliminará una exención fiscal del 15% para los extranjeros sobre la renta de los bonos nacionales, una medida que sigue la estela de Corea y Brasil para tratar de frenar la fortaleza de divisas que ponen en peligro las exportaciones.

El objetivo es frenar la apreciación del baht para favorecer las exportaciones

Y es que dos tercios de la economía tailandesa dependen de las ventas al extranjero. La medida tendrá un efecto disuasorio en la entrada de capital en el mercado de deuda, afirmó ayer el ministro de Hacienda tailandés, Korn Chatikavanij, en un contexto en el que el baht -la moneda del país- ha avanzado un 10,9% frente al dólar este año, el comportamiento más dinámico entre las principales monedas en Asia, fuera de Japón.

La decisión se hace pública justo después de que la asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la reunión del G-20 hayan alertado contra la espiral de devaluaciones. El director gerente, Dominique Strauss-Kahn, advirtió el miércoles pasado de que la "guerra de divisas" está en marcha. Brasil duplicó la semana pasada el impuesto que cobra a los extranjeros por la inversión en valores de renta fija hasta el 4% para frenar la apreciación del real, mientras que Japón el mes pasado intervino por primera vez en seis años para frenar el yen.

El dólar se ha infravalorado más de un 15% con respecto al euro desde junio, sobre todo después de que la Reserva Federal avanzara nuevas medidas extraordinarias de liquidez. Mientras, China capea las presiones para que deje flotar su tipo de cambio y que el yuan se aprecie, y de momento mantiene intacta su estrategia de apreciación muy gradual del yuan.

Bangkok también impulsará desembolsos en moneda extranjera. En el cuarto trimestre, el Gobierno planea gastar 48.990 millones de baht (1.630 millones de dolares) en divisas foráneas. Asimismo, apoyará a las pequeñas y medianas firmas exportadoras a afrontar la apreciación del baht con préstamos bancarios en dólares. Pese a ello, ayer el baht se revalorizó un 0,4%, hasta los 29,94 frente a la divisa americana.

En este clima, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet reclamó ayer que los países eviten las políticas económicas proteccionistas y eludan las guerras en los mercados porque aún es necesario aunar fuerzas para proteger el sistema financiero de futuras crisis.

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