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La UE aprueba la directiva que permite una semana laboral de 60 horas

España mantuvo su rechazo porque considera que supone un retroceso social

Andreu Missé

De la mano de Berlusconi y Sarkozy, Europa se dispone a asestar un duro golpe al derecho social poniendo fin a la jornada laboral máxima de 48 horas semanales aprobada por la Organización Internacional de Trabajadores en el año 1917.

Los ministros de Trabajo de la Unión Europea aprobaron a primera hora de la madrugada de hoy en Luxemburgo la propuesta de la presidencia eslovena que permitirá elevar la semana laboral vigente, de 48 horas, hasta 60 en casos generales y 65 para ciertos colectivos como los médicos.

Sindicatos de médicos amenazan con una huelga en toda Europa

El ultraliberalismo que ha ejercitado Reino Unido desde 1993, que permite que cada trabajador pueda pactar con su empresario "libremente" el tiempo de trabajo, se va a convertir en norma europea. En cualquier caso, la directiva deberá ser aprobada por el Parlamento Europeo.

La iniciativa de aumentar la jornada laboral se encontraba paralizada desde hace tres años por la oposición de países como Francia, España e Italia, principalmente, que ejercían la minoría de bloqueo. Con la llegada de Silvio Berlusconi al poder, Italia fue la primera en abandonar el frente de la defensa del derecho social. Posteriormente, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el premier británico Gordon Brown pactaron que si el Reino Unido apoyaba la reforma de las agencias de trabajo temporal, otra directiva que se discute paralelamente, Francia apoyaría el aumento de jornada.

España, por el contrario, mantiene su rechazo a la directiva. Según el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, "supondrá una regresión social".

Con la nueva directiva de tiempo de trabajo se consagra la libertad de elección del trabajador en materia de jornada. Los Estados miembros podrán modificar su legislación y permitir que los empleados alcancen acuerdos individuales con los empresarios sobre la duración de la jornada, hasta un máximo de 60 horas semanales en los casos generales y de 65 en casos especiales como los médicos. Este tiempo se computa como promedio durante tres meses, lo cual significa que las jornadas podrán alcanzar hasta las 78 horas semanales.

Alejandro Cercas, eurodiputado socialista, considera que la directiva "supone un grave retroceso que convierte el derecho laboral europeo en un material de usar y tirar". "Es un precedente peligroso", añade, "que luego se puede aplicar a salarios y a condiciones de higiene y abre la puerta al dumping social".

En su opinión, "dejar al trabajador que pacte a solas con el empresario es renunciar a toda la historia legal y de lucha social colectiva".

La directiva de la Unión Europea permitirá que el periodo inactivo de las guardias de los médicos no sea considerado tiempo de trabajo, en contra de lo que ha dictaminado el Tribunal de Justicia de la UE.

La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos ha advertido que si se aprueba la directiva podría convocarse una huelga en toda Europa.

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