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La UE crecerá más de lo previsto y creará 5,5 millones de empleos entre 2007 y 2008

Joaquín Almunia descarta un cambio brusco en el sector de la vivienda en España

Andreu Missé

La creación de 5,5 millones de empleos en la UE entre 2007 y 2008 es el mejor reflejo de la revisión al alza de los principales indicadores de la economía europea. Según las previsiones de primavera, presentadas ayer por el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, la UE-27 crecerá el 2,9% y el 2,7% en 2007 y 2008, respectivamente. En la zona euro será del 2,6% y del 2,5% en los mismos años. En ambas zonas se trata de un crecimiento superior en medio punto al previsto hace seis meses. La Comisión señaló también el mayor crecimiento del año pasado (3%), dos décimas más del previsto en otoño.

Las razones de este mayor impulso de la economía, el mejor desde hace seis años, son una demanda más dinámica, una fuerte inversión que se apoya en una alta rentabilidad empresarial, unas condiciones financieras aún favorables por los bajos tipos de interés, una alta tasa de utilización de la capacidad productiva y unas favorables expectativas empresariales. Esta mejora del panorama económico permitirá la creación de nueve millones de empleos entre 2006 y 2008.

Para el comisario Joaquín Almunia "la Unión Europea y la zona euro siguen una senda de vigoroso crecimiento que deberá reducir la tasa de desempleo y el déficit público medio hasta niveles no observados desde hace largo tiempo". En efecto, la tasa de crecimiento del empleo se duplicó en 2006 al situarse en el 1,5%. Según las mismas previsiones la tasa de desempleo en 2008 se situará en el 6,7 %, lo que representa una fuerte reducción respecto al 8,7% de 2005.

La tasa de empleo que mide la proporción de ocupados dentro de la población de 14 a 66 años, se elevará hasta el 66% en la zona euro en 2008, frente al 63,5% de 2005 y el 58,1% de hace 10 años. A pesar de esta mejora de la ocupación, el objetivo de la agenda de Lisboa del 70% o la comparación con el nivel de Estados Unidos, 75%, quedan todavía lejos.

Otro de los efectos de la recuperación económica es la mejora de la Hacienda pública. Las previsiones son que el déficit de las administraciones públicas disminuya hasta situarse en torno al 1% tanto en la UE como en la zona euro. A pesar de la mejora global, cinco Estados miembros (Portugal, República Checa, Hungría, Polonia y Rumania) registrarán un déficit superior al 3% permitido, este año.

En este sentido, Almunia recordó que "debemos contribuir a sostener la recuperación económica consolidando el saneamiento de las finanzas públicas y prosiguiendo el efecto de reforma". En su opinión, ello también recortará la deuda pública y contribuirá a aumentar el potencial de crecimiento antes de que se deje sentir el problema del envejecimiento de la población.

Las previsiones son que la inflación se mantenga en torno al 2%, gracias en buena parte al mantenimiento invariable de los precios del petróleo, que se situarán en un promedio de 66,2 dólares por barril, en 2007, con un aumento del 6% en 2008, hasta alcanzar los 70,3 dólares.

Este panorama de buenas expectativas no está libre de riesgos tanto de subestimación como de sobrestimación de la situación internacional. Por una parte, la economía mundial podría registrar un crecimiento más fuerte particularmente en Asia. Por otra, una ralentización más pronunciada del mercado de la vivienda en los Estados Unidos tendría efectos negativos sobre el crecimiento de la economía mundial.

Mejora para España

En relación con España, la Comisión ha revisado al alza las previsiones para 2007 y 2008, para los que prevé un crecimiento del 3,7% y del 3,4%, respectivamente. Tres y una décima más, respectivamente, que el pasado otoño. Las previsiones de la Comisión también destacan a España como uno de los principales creadores de empleo. Los riesgos se sitúan en el empeoramiento del sector exterior al pronosticar un déficit por cuenta corriente del 10% para 2008, el mayor de la zona euro.

Sobre el posible estallido de la burbuja inmobiliaria en España y su impacto en la economía, Joaquín Almunia minimizó los riesgos. En su opinión "las turbulencias sufridas por algunas constructoras en Bolsa, no están directamente ligadas a la evolución del mercado de la vivienda, sino a problemas específicos de estas empresas".

Para el comisario, se está produciendo "un ajuste gradual tanto en el sector de la vivienda como de los ritmos de crecimiento de la economía española". En su opinión, este "ajuste gradual" podría tener incluso efectos positivos si el menor crecimiento de la construcción se compensa con "un mayor dinamismo en sectores de mayor productividad".

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