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Xabier de Irala dejará la presidencia de Iberia para dirigir la caja vasca BBK

Ángel Mullor, consejero delegado, también abandonará la aerolínea tras la junta de junio

Íñigo de Barrón

Xabier de Irala (Nueva York, 1947), presidente de Iberia, abandonará la compañía aérea tras la junta de accionistas del 12 de junio. Irala pasará a dirigir la Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK), cuyo presidente, José Ignacio Berroeta (Bilbao, 1939), se jubilará. Ángel Mullor, consejero delegado, también dejará la aerolínea, si bien puede permanecer más tiempo en el puesto como enlace con el siguiente equipo de gestión. Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid y vicepresidente de Iberia, ocuparía la presidencia no ejecutiva de manera temporal. La marcha de Irala cierra una etapa, iniciada en 1996, caracterizada por la salida a Bolsa y una profunda reorientación estratégica de la empresa.

La próxima semana puede hacerse público el deseo de Irala de abandonar Iberia, que irá acompañdo con una reunión extraordinaria del consejo de administración. Su salida supondrá una reorganización completa de la cúpula, tras la junta de accionistas. Las opciones que ahora se barajan pasan por una presidencia interina de Miguel Blesa o bien aprovechar este tiempo para la elección de un nuevo presidente. Algunas fuentes sitúan en este cargo a Antonio Mazo Godoy, consejero de la empresa y presidente de los empresarios extremeños. Tanto Iberia como Caja Madrid declinaron hacer comentarios sobre la operación. La BBK señaló que "esta posibilidad aún no ha sido estudiada ni aprobada por los órganos de gobierno de la entidad".

Xabier de Irala unió su destino al de la BBK, la quinta caja por volumen de activos y la tercera por beneficios, el 24 de julio pasado, cuando fue nombrado miembro del consejo de administración. La caja justificó su nombramiento porque la entidad "necesitaba una persona independiente para reforzar el conocimiento técnico del máximo órgano de gobierno". Irala es considerado un hombre próximo al Partido Nacionalista Vasco (PNV), donde su padre fue delegado del Gobierno vasco en el exilio en Estados Unidos. Irala es el último galardonado con el premio Vasco Universal, fomentado por el Gobierno vasco. A la vez, dicen que es más próximo a Rodrigo Rato, que a otros políticos.

De Irala llegó a Iberia con toda su experiencia acumulada en General Electric y en ABB-España donde fue consejero delegado. En este mandato, Iberia ha experimentado el cambio más importante de toda su existencia. Irala aterrizó en una empresa pública (en 1996) y la deja privatizada, cotizando en el Ibex 35 y entre las más rentables del sector. En 2001, tras la huelga de pilotos y el fatídico 11 de septiembre, fue la única compañía europea de red, junto a Air France, que presentó beneficios, eso sí, gracias a echar mano del crédito fiscal, y el año pasado ganó 157 millones de euros.

El presidente se va con todos los deberes hechos, menos uno: la relación con los pilotos. Toda su presidencia, como la de muchos de sus predecesores, por otra parte, ha transcurrido bajo un forcejeo continuo con el sindicato de este colectivo, el SEPLA-Iberia, que en cinco años convocó cinco huelgas, tres de las cuales terminaron en guerra abierta. La última, en verano de 2001, le llevó a tomar un audaz, inesperada y polémica decisión. Ante la dimisión en cadena de un centenar de pilotos y alegando motivos de seguridad, el 12 de julio de ese año paralizó todas las operaciones de la compañía. Si, como dicen algunos, en ese momento se jugó el cargo, ganó la apuesta, pese a la oposición de Fomento.

De Irala ha saneado la matriz, que engordó con su filial Aviaco; se salió de Aerolíneas Argentinas; cerró la venezolana Viasa y vendió Binter Mediteráneo y Binter Canarias. Además, junto a Mullor, ha introducido nuevos métodos de gestión en la compañía, como el alquiler de aviones con tripulación que ha permitido ajustar la oferta a la demanda o el sistema de franquicia con Air Nostrum. Ha acometido además la renovación de la flota, con una clara apuesta por Airbus. Su estrategia, con el recorte de costes ( ha incluido varios expedientes de regulación de empleo) y la flexibilidad, ha sido premiada por la Bolsa. En lo que va de año, Iberia ha subido un 12,14%.

Xabier de Irala (a la izquierda), presidente de Iberia, y Ángel Mullor, consejero delegado, en julio de 2001.
Xabier de Irala (a la izquierda), presidente de Iberia, y Ángel Mullor, consejero delegado, en julio de 2001.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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