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Se agudizan las diferencias entre CC OO y UGT

El Acuerdo Interconfederal para 1983, firmado ayer de manera oficial por los máximos dirigentes de as cuatro organizaciones, las paronales CEOE y CEPYME y los sindicatos CC OO y UGT, nace ya minado por las profundas diferencias, cada vez más claras, que separan a estas dos últimas organizaciones. Ni siquiera el acto formal de la firma sirvió para dejar de lado, aunque fuera momentáneamente, las distintas posiciones de una y otra parte.Las divergencias ya detectadas entre los d os sindicatos, CC OO y UGT, durante las negociaciones del Acuerdo Interconfederal, y que en algún momento hicieron temer la ruptura de las mismas, se han visto agudizadas en los últimos días. Como ayer reconocería el propio José Luis Corcuera, de UGT, "ha habido motivos suficientes para que no se dé una coincidencia entre las dos organizaciones en cuestiones en las que hasta ahora hemos caminado juntos". Corcuera citó las dos más significativas: la siderurgia integral y la manifestación del pasado lunes en Madrid.

Para José Luis Corcuera, las diferencias parten de una excesiva politización y partidismo de CC OO y las movilizaciones responden más a razones políticas que sindicales". Nicolás Redondo, secretario general de UGT, abundó también en estas matizaciones señalando que aunque "mantendremos la unidad de acción con CC OO, no nos dejaremos arrastrar por razones políticas", añadiendo que "hay una actitud del PCE que está influyendo en la estrategia de CC OO".

Nadie mencionó la decisión del IMAC que, al reconocer las tesis de UGT respecto al cómputo de los resultados de las elecciones sindicales, ha supuesto un primer elemento distanciador entre las dos centrales. En cualquier caso, y a pesar de la hipotética unidad de acción que CC OO y UGT puedan alcanzar a través del Acuerdo Interconfederal, en medios sindicales existen dudas serias respecto a que la misma pueda mantenerse en el futuro.

Constante deterioro

El constante deterioro en sus relaciones puede, según estas fuentes, aumentar en los próximos días si CC OO continúa en su política de dureza y UGT trata de dar un margen de confianza al nuevo Gobierno antes de abordar medidas de presión.

Los máximos dirigentes de los dos sindicatos negaron ayer que existieran discrepancias serias entre ambas organizaciones. Sin embargo, Marcelino Camacho, secretario general de CC OO, volvió a repetir la gubernamentalización de la central socialista. Frente a las declaraciones oficiales están las posturas que cada parte mantiene, en algún caso evidenciadas en gestos corno los registrados ayer, cuando fue imposible hacer que las cuatro organizaciones firmantes celebraran conjuntamente una conferencia de prensa, tras la firma oficial del Acuerdo Interconfederal, y cuando el apretón de manos entre los dos secretarios generales respondió más a la necesidad de dejar constancia gráfica del momento que a unas hipotéticas buenas relaciones.

Ni la CEOE ni UGT quisieron sentarse a la misma mesa que CC OO en un acto del que se esperaba informativamente muy poco y cuyo contenido básico era ya sabido. Marcelino Camacho comenzó sus palabras lamentando que no hubiera sido posible celebrar el acto conjuntamente para pasar a valorar el acuerdo como incompleto e insistir en la necesidad d

abordar un plan concreto contra el paro y la crisis.

Nicolás Redondo, que calificó el acuerdo corno positivo, subrayó que los empresarios habían sido los que más habían cedido, y coincidió con Camacho al decir que había de ser completado haciendo que el PSOE cumpliera su programa electoral. Al mismo tiempo, justificó la no comparecencia conjunta, en que ésta había sido la práctica habitual hasta ahora.

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