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Los biocarburantes disparan el precio de la pasta en Italia

Los agricultores dejan de cultivar trigo, esencial para la pasta, en beneficio del maíz, muy demandado para fabricar combustibles biológicos

Los fabricantes de pasta italianos han advertido hoy de que la pasta, el principal alimento en la dieta del país, aumentará sus precios tras el verano hasta un 20%, debido a la disminución de los cultivos de trigo, que han pasado a ser sustituidos por los de maíz con el objetivo de fabricar biocarburantes.

La voz de alarma procede de la Asociación Italiana de Productores de Pasta, después de que el precio de la harina de trigo haya subido en el plazo de unas semanas un 50% en los mercados internacionales, donde los productores del país adquiren más de la mitad de la que necesitan para la producción de pasta.

Además, en Italia, el precio de la harina de trigo, que supone más de la mitad del coste de la pasta, se ha incrementado ya entre el 30 y 40% respecto a los primeros meses del año, lo que se traducirá en un aumento espectacular del precio de la pasta.

Uno de los principales productores de pasta italiano De Cecco, ya ha subido sus productos un 10%, mientras que Barilla, el gigante del sector, con una producción superior al millón de toneladas anuales, está a punto de adoptar una media similar, según ha señalado hoy el diario La Repubblica.

Se calcula que cada italiano consume 28 kilos de pasta al año, el consumo más alto del mundo, y la producción de pasta anual del país es de 3,2 millones de toneladas, de las que el 53% se exportan.

El 'boom' del maíz, la principal causa

Las principales causas de estas subidas de precio son las pésimas condiciones meteorológicas que ha vivido el país, lo que ha provocado una mala cosecha; asimismo, el boom del maíz como materia prima para elaboración del etanol ha hecho que muchos agricultores dejen de cultivar trigo, o al menos disminuyan el volumen de los cultivos a favor de los de máiz, muy demandado en la actualidad para la fabricación de combustibles biológicos como el bioetanol.

Ante la previsión de la Unión Europea de sustituir hasta 2020 el 10% de la gasolina y el gasóleo con biocarburantes y la de Estados Unidos de multiplicar por seis la producción actual de etanol, los agricultores aprovechan para duplicar los cultivos de maíz y subir sus precios, en detrimento de otros cultivos.

Advertencia de la OCDE

Aunque puede que sea la primera consecuencia del auge de los biocarburantes sobre el continente Europeo, en Latinoamérica los primeros efectos ya se han dejado notar. En México y otros países de la zona, el precio del maíz, uno de los alimentos básicos para su población, ha subido vertiginosamente en los últimos tiempos provocando incluso protestas por parte de la población.

Hace unos meses, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ya advirtió de que el rápido crecimiento del mercado de los biocarburantes tendría como principal efecto el aumento de los precios agrícolas en los próximos diez años.

El trigo, los aceites vegetales, el azúcar, los cereales, el maíz o el arroz, empleados en la producción de bioenergía, podrían aumentar sus precios de manera considerable en los próximos años.

Según la OCDE, Estados Unidos dedicará el 32% de su producción de maíz a la fabricación de etanol en los próximos 10 años. Brasil, por su parte, pretende aumentar su producción de etanol, extraído esta vez de la caña de azúcar, hasta los 44.000 litros en 2016, un 145% más que el año pasado.

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