Las ayudas a la banca se acercaron al billón de euros en 2010
Irlanda y Alemania son los países que más fondos han aportado a su sector financiero en términos de PIB
La crisis financiera que se desató en octubre de 2008 estaba más o menos bajo control en 2010, y sin embargo las medidas de apoyo a la banca -barra libre de liquidez, pero también ayudas directas e incluso nacionalizaciones- sumaron 1,15 billones de dólares (más de 800.000 millones de euros) el pasado año, según los datos presentados hoy por el Fondo Monetario Internacional.
La fórmula que llevó a la economía mundial al borde del abismo combina la liberalización de los mercados, la desregulación de la economía y sobre todo del sector financiero, la privatización de empresas públicas, impuestos bajos y en general el mínimo gasto público posible.
Después del crash, la primera reacción fue una oleada de estímulos fiscales, a la que ha seguido una oleada de austeridad que ha empezado en Europa pero empieza a extenderse: subidas de impuestos, congelación de salarios y recorte del gasto público para la ciudadanía, eso por un lado. Y fuertes, muy fuertes ayudas a la banca por otro.
La banca española está en la diana por su exposición al estallido de la burbuja inmobiliaria, y sin embargo el coste directo de las ayudas -que en general suelen ser préstamos a tipos de interés subvencionados- asciende a apenas el 2% del Producto Interior Bruto (PIB). Este porcentaje es muy inferior al de otros países: Estados Unidos concedió a sus entidades apoyos por el equivalente a un 3,4% del valor de su economía, Bélgica un 4,1%, la rescatada Grecia un 5%, Holanda un 6%, la misma cifra que Reino Unido, mientras Alemania destinó a su sistema financiero ayudas por el 10,7% de su PIB.
Irlanda, que tuvo que andar el mismo camino que la República helénica y que acaba de recorrer Portugal para activar la ayuda de sus socios, precisamente para tapar el agujero abierto por los bancos del país, ha inyectado a su sector financiero fondos equivalentes al 28,7% de su economía.