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La banca y Grecia fracasan en la negociación de la deuda

La reunión entre el primer ministro griego, Lukás Papadimos, y el director del Instituto Internacional de Finanzas (IIF) termina sin acuerdo sobre las condiciones para condonar el 50 por ciento de la deuda del país

Las conversaciones entre Grecia y sus acreedores privados se han roto. El encuentro entre el primer ministro griego, Lukás Papademos, y el director del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), Charles Dallara, terminó hoy sin un acuerdo sobre las condiciones en las que la banca privada accederá a condonar el 50 por ciento de la deuda del país.

El FMI ya ha hecho un llamamiento a las partes para retomar las conversaciones. "Esperamos que se retomen las negociaciones entre Grecia y sus acreedores. Es importante que estas lleven a un acuerdo sobre la participación del sector privado que, junto con los esfuerzos de las autoridades, garantice la sostenibilidad de la deuda'", ha indicado el organismo en un breve comunicado en el que ha querido llamar la atención sobre la situación insostenible que se podría alcanzar de no producirse un acuerdo entre el país heleno y los bancos.

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Fuentes del Gobierno griego, según la agencia Amna, aseguran que las negociaciones seguirán la semana que viene. No obstante, desde el IIF se ha advertido de que el tiempo para llegar a un acuerdo se acaba. En un comunicado de este organismo, se afirma que "no se ha producido una respuesta constructiva por todas las partes".

La quita voluntaria sobre la deuda privada de Grecia se acordó en la cumbre europea del pasado 26 y 27 de octubre. Pero más de dos meses después de aquel acuerdo, Atenas no ha podido llegar a un acuerdo con sus acreedores.

El nudo gordiano de estas conversaciones es el tipo de interés que tendrán los nuevos títulos de deuda que sustituyan a los actuales. Pero también se debate sobre la legislación que se aplicará a estos bonos. Atenas quiere que la norma a aplicar sea la griega, mientras que los acreedores exigen que sea la británica.

Algunos medios griegos se han referido a que varios fondos de alto riesgo que poseen deuda griega están negándose a una quita de la deuda, una postura que podría llevar al Gobierno griego a aprobar una ley que obligue a todos los acreedores a aceptar la condonación. Según el diario Kathimerini, Pantelis Kapsis, portavoz del Gobierno, aseguró hoy que esa posibilidad existe, aunque se remitió a ver en qué queda el acuerdo final antes de hacer más comentarios.

Esa ley supondría la introducción de la llamada cláusula de acción colectiva, que obligaría a todos los tenedores de deuda a aceptar la quita, siempre y cuando la mayoría esté de acuerdo. Sin embargo, ese paso podría provocar que las agencias de calificación de riesgo declararan a Grecia en quiebra y abriría la puerta a que los tenedores de permutas de incumplimiento crediticio reclamaran el pago de su dinero.

La reunión de la semana que viene coincidirá casi con la llegada a Atenas de los inspectores del FMI y la Unión Europea, cuya misión es verificar si Grecia está cumpliendo con sus compromisos de reducción del gasto público, condición impuesta para aplicar el plan de rescate. En cualquier caso, el FMI y la UE quieren que el acuerdo con la banca esté cerrado antes de poner en marcha ese mecanismo de rescate.

La condonación de una parte de la deuda griega es uno de los pilares principales del segundo programa de rescate anunciado el pasado octubre por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE) por valor de 130.000 millones euros. El objetivo es reducir la deuda griega (y evitar así la quiebra) hasta el 120 % del PIB en el año 2016, frente al 160 % actual.

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