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El agravamiento de la crisis

La banca española mantiene su dependencia a la financiación del BCE

Las entidades piden al instituto emisor un 18% del total con 69.299 millones, un 0,8% menos que en agosto

La banca española mantiene su dependencia del Banco Central Europeo para financiarse ante las crecientes tensiones en los mercados y el aumento de la desconfianza sobre el conjunto del sistema financiero europeo. Según ha informado hoy el Banco de España, las entidades solicitaron al instituto emisor 69.299 millones de euros en septiembre, lo que supone un leve descenso del 0,8% con respecto a agosto. Pese a este mínimo recorte, el porcentaje de dinero pedido desde la banca española en relación al conjunto del eurosistema ha avanzado del 17% al 18%, con lo que sigue muy por encima del peso que tiene el sector en la eurozona (12%).

Además, en otro signo del aumento de las incertidumbres entre las entidades, la banca europea ha aumentado de forma importante el dinero que dejan en las arcas del BCE hasta los 146.000 millones, un 43% más que en agosto, aunque ello implique perder dinero. O dejar de ganar tanto dinero. Los bancos prefieren recurrir a estos depósitos, por los que reciben un interés del 0,75%, que dejarlos a otras entidades pese a que esta segunda opción les sería mucho más rentable teniendo en cuenta que la tasa base de referencia del interés está en el 1,5%.

Por su parte, los préstamos a largo plazo (a más de una semana) ascendieron a 379.582 millones. Esta cantidad supone que las entidades de la UE han pedido 8.500 millones más en septiembre que en agosto, cuando se dispararon en 57.000 millones. Este dinero se destina a los vencimientos pendientes.

El incremento de las presiones en el mercado donde las entidades acuden tradicionalmente a financiarse por las dudas derivadas del recrudecimiento de la crisis de deuda del euro ha obligado a la banca a recurrir a las facilidades de liquidez del BCE, que ha puesto en marcha toda la artillería para paliar las dificultades de liquidez. Esto ha quedado patente en la evolución de la estadística del Banco de España.

La apelación de las entidades españolas al instituto emisor alcanzó un máximo en julio de 2010 en pleno desbordamiento de los problemas de Grecia sobre los 130.000 millones de euros, lo que supuso más de un cuarto del total de dinero solicitado al BCE desde todo el eurosistema, también un récord. A partir de ese momento comenzó a moderarse hasta marcar un mínimo en marzo en 42.240 millones para, a continuación recuperar la tendencia al alza que se ha matenido en septiembre. De hecho, los cerca de 70.000 millones del pasado mes suponen la segunda cifra más alta desde enero por detrás de agosto (69.918 millones de euros).

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