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La banca reduce su dependencia del BCE por la mejoría del mercado

El sector solicitó en agosto 20.000 millones menos que el mes anterior al poder financiarse en los mercados y no afrontar vencimientos de deuda

Íñigo de Barrón

Las pruebas de resistencia realizadas sobre los bancos y cajas en julio pasado tuvieron efectos positivos. El más importante es que acabó con el fantasma de que todo el sector financiero podía quebrar, como se decía en algunos foros. Regresó la confianza de los inversores en las entidades españolas y los mercados financieros comenzaron a normalizarse. Esta situación se ha reflejado en los últimos datos del Banco Central Europeo (BCE), que indican que la banca española solicitó en agosto 109.793 millones, unos 20.000 millones menos que en julio pasado. Con todo, el último mes se ha solicitado aún un 47,3% más que los 75.000 millones de agosto de 2009.

Es la primera vez en cuatro meses que baja la petición de bancos y cajas al Banco Central. No obstante, la mala noticia es que el sector financiero español todavía absorbe el 25% de todos los préstamos que realiza la entidad dirigida por Jean-Claude Trichet. Antes era el 29% del total, pero todavía sigue siendo un porcentaje muy alto. El peso de la banca española es del 10% sobre el sector europeo, por lo que los expertos creen que todo lo que supere esta cifra demuestra una excesiva necesidad de liquidez.

Es la primera vez en cuatro meses que baja la petición de la banca al BCE
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Las cajas, sobre todo las medianas y pequeñas, han tenido más necesidad de la liquidez del BCE -principalmente hasta julio porque han sufrido una gran fuga de depósitos como consecuencia de la pelea por el ahorro de los clientes.

En agosto también se produjo otra circunstancia: ni las cajas ni los bancos tenían que hacer frente a los vencimientos de deuda de años anteriores (ver gráfico). Es decir, no estaban apremiados por devolver el dinero que le dejaron los inversores hace años. Habitualmente hay pocos vencimientos en agosto. En lo que queda de año apenas hay vencimientos de relevancia, lo que podría anticipar una caída de las peticiones al Banco Central. No obstante, la inestabilidad de los mercados hace que los expertos sean muy prudentes a la hora de realizar previsiones.

No obstante, el asunto más relevante que explica esta menor petición al BCE es la recuperación de los mercados. Las entidades (sobre todo grandes) han podido acudir a los inversores con emisiones relevantes e incluso bancos y cajas de menor tamaño han captado dinero con otros activos financieros a corto plazo.

En julio, el Santander, BBVA y Bankinter emitieron deuda. Banesto lo hizo en agosto y el sector, entre ellos Caja Madrid y La Caixa, ha continuado en septiembre. Ha sido el final a cuatro meses de sequía de la financiación, que se inició por la crisis griega y por su posible contagio a España. El denominado mercado de repos de deuda pública, un activo financiero que sirve para obtener liquidez a corto plazo, ha sido clave. Cuando una entidad necesita financiación a corto plazo puede optar por financiarse en el interbancario (que no funciona), en el mercado de repos de deuda pública o en el BCE. Los repos a un día o una semana se cobran alrededor del 0,5%, es decir, la mitad de lo que hay que pagar al BCE.

"La apelación al BCE volverá a caer con fuerza hasta niveles de 70.000 u 80.000 millones previos a la tragedia griega", comenta José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.

Joaquín Maudos, investigador del IVIE y profesor de la Universidad de Valencia, no está tan seguro. "El nivel de crédito que piden las entidades españolas es todavía demasiado alto. Esto refleja que la liquidez sigue siendo un problema".

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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