Las cajas auguran que una parte del sector entrará en pérdidas en 2010

Lo peor del futuro ya está aquí. Los máximos representantes de las cajas de ahorros auguran un año muy malo y "una parte del sector en pérdidas" para 2010, como dijo Juan Ramón Quintás, presidente de la Confederación de Cajas (CECA) y Juan María Nin, director general de La Caixa. Según un estudio que tiene la CECA, los ingresos recurrentes caerán en 2010 hasta 36.800 millones de euros y los costes por pérdidas y provisiones subirán hasta 29.000 millones. "Con 8.000 millones no se pueden cubrir costes y dar beneficios. Algunas entidades estarán en pérdidas". En su opinión, es fundamental que "el Gobierno enderece la economía; se haga un Fondo de Reestructuración flexible en plazos y condiciones y se rebajan las exigencias de provisiones. De lo contrario, vamos al diluvio. Los políticos deben saberlo", advirtió Quintás. Nin coincidió en que "el sistema no entrará en pérdidas, pero sí algunas entidades". Recordó que el nivel de capital es muy alto y el sector "puede aguantar una tasa de impagos del 15%".

Quintás: "Con amigos como Zapatero y Salgado no hacen falta enemigos"

"Si el Gobierno no endereza la economía, vamos al diluvio", dice el presidente de la CECA

Ante este panorama, los gestores de las cajas están protagonizando una revuelta contra los políticos para que les quiten las ataduras y puedan buscar fórmulas para salir de la crisis. Quintás comentó ayer que el veto de las autonomías a las fusiones de cajas de diferentes regiones podría traer "un modelo de banca obsoleta". José Luis Olivas, presidente de Bancaja y ex presidente de la Generalitat valenciana, afirmó estar dispuesto "a pedir al Gobierno autónomo que elimine el veto a fusiones interregionales. Estoy convencido de que no lo impedirá". De hecho, Olivas explicó que la operación con menos futuro es la fusión de Bancaja con la Caja del Mediterráneo (CAM). Los dirigentes de las entidades hablaron después de conocerse que la Junta de Andalucía y la Generalitat de Cataluña no quieren perder su derecho de veto a fusiones interregionales.

Mientras los gestores quieren romper moldes, la clase política queda como inmovilista y fiel guardiana de su poder sobre las cajas. Preguntado por la actitud de la vicepresidenta Elena Salgado y del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, Quintás dijo que "con amigos así, no hace falta tener enemigos".

Nin aseguró que sobra "entre el 15% y el 20% del sistema financiero, que es el que ha soportado la burbuja inmobiliaria" y centró en las pymes (el sector donde menos penetración tiene La Caixa) como el escenario de máxima morosidad futura. Respecto a las fusiones, Nin aseguró que no recibe presiones de la Generalitat y advirtió que su objetivo es crecer fuera de España.

Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, dijo sentirse libre para estudiar compras, "aunque luego será el consejo quien decida". Afirmó que la entidad "no necesita un pacto de estabilidad para el negocio, porque todas las decisiones se toman por unanimidad. Otra cosa es el proceso electoral". No aclaró nada sobre su posible reelección y dijo sentirse bien para terminar su mandato. Cristiano Ronaldo fue también protagonista de la jornada. Blesa defendió el préstamo al Real Madrid, "una entidad solvente", "porque atrae a millones de espectadores".

También negó que esté denegando créditos a clientes solventes. "Hemos subido un 11% el volumen de préstamos en lo que va de año", afirmó. Por último, auguró que "antes del verano" se habrá tomado una decisión sobre la fusión de Iberia con British Airways, ya que las negociaciones están avanzando.