Ante el choque de trenes
Algunos apuestan a unos acuerdos por la puerta de servicio que satisfagan a Berlín y a la periferia

Cuando en octubre el ministro portugués de Economía, Fernando Teixeira dos Santos, dijo que si sus bonos superaban el techo del 7% Portugal debería ser rescatada por la UE, como Irlanda, se acercaba la soga al cuello. Desde hace semanas, el bono portugués supera el 7%.
Cuando el mismo Teixeira se quejaba el 15 de febrero, tras el último Ecofin, de "los retrasos y las dudas", sobre todo alemanas, ante la generalizada requisitoria para ampliar y flexibilizar el actual fondo de rescate temporal, tenía toda la razón. Portugal, como ocurrió con Grecia, cumple su parte, el programa de austeridad. Como Grecia, está pagando cara la lentitud de Berlín en tomar decisiones. Y eso que en enero insinuó que las aceleraría.
Es una lentitud calculada. La canciller Merkel también tiene sus razones. Le aprietan las próximas elecciones y un cuasi unanimismo social en la visión ultraortodoxa/nacionalista de la unión monetaria: solo reducción del déficit, nada de eurobonos, nada de nuevos compromisos comunes... Por eso exige a sus socios europeos un "paquete global", con más contrapartidas a su aval a la moneda única: el Pacto por la Competitividad.
Este pacto de seis puntos no está nada mal. Pero se presentó el 4 de febrero como un contrato de adhesión, como un diktat del dúo Merkel-Sarkozy, aterrizados cual elefantes en una cacharrería, lo que provocó justas rebeliones.
El presidente Van Rompuy ya ha rebanado sus excesos. Ha rebajado su carácter intergubernamental, devolviendo el protagonismo a las instituciones comunes, pues sin ellas mandan solo dos. Y ha aguado el dislate de llevar a las constituciones el déficit cero. Pero los otros puntos: ligar salarios a productividad, si se respeta el diálogo social; reconocerse mutuamente los diplomas; armonizar las bases imponibles de los 27 impuestos de sociedades (es más decisivo unificar las bases, pues proliferan pléyades de deducciones semiocultas, que aunar los tipos); aproximar las edades de jubilación; o acordar un plan de resolución de futuras crisis bancarias... no solo convienen. Son necesarios. Debieran ser parte esencial de una verdadera unión económica.
Si este plan se abre paso, a Berlín no le quedará más remedio que cumplir su parte. ¿Cómo? Algunos apuestan a unos acuerdos por la puerta de servicio, a una componenda útil en las cumbres de este mes. El actual Fondo de Rescate se ampliaría hasta los 500.000 millones reales (con aval de los países más solventes) y podría o bien emitir eurobonos (el sueño correcto, pero aún sueño); o bien comprar bonos de los países en apuros (a lo que muchos alemanes, no solo la canciller, se resiste); o bien prestar a los afectados para que estos recomprasen sus bonos más encarecidos. Los efectos económicos de estas dos últimas operativas equivaldrían a la emisión de eurobonos.
Y a cambio, Berlín obtendría lo que anhela: que una porción de la factura del rescate la pagasen los bancos. ¿Cómo? Con recompras de los bonos menos buenos a su precio en el mercado secundario, muy inferior al nominal. Sin declarar la suspensión de pagos de un país, se lograría parcialmente su resultado: la quita de alguna deuda privada.
O se arbitra algo parecido. O seguirá el calvario. O habrá un choque de trenes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Ca7riel y Paco Amoroso anuncian un parón en su carrera el mismo día en que iba a salir su nuevo disco: “Nos dejamos llevar por un nivel de éxito que no supimos manejar. Pedimos perdón”
Última hora de la actualidad política, en directo | 122 votantes de los 124 afectados por el robo en Correos ya han podido votar en Extremadura
Virginia Rivas, artista: “Podría trabajar en cualquier cosa para ganarme la vida, pero el arte siempre estaría ahí”
Trampantojo: Espejos
Lo más visto
- Los pagos del Gobierno de Ayuso a Quirón engordan con facturas de hace una década y sin pagar desde tiempos de Cifuentes
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- La princesa Leonor realiza su primer vuelo en solitario como parte de su formación en el Ejército del Aire
- La Justicia archiva la causa contra una diputada del PSOE por pedir el voto en Facebook el día de las europeas




























































