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La congelación salarial y mayor flexibilidad salvan por dos años la planta de Sony

España y Eslovaquia son los únicos países de Europa en los que la multinacional de la electrónica Sony mantiene plantas de producción. Y así seguirá siendo, al menos en los próximos dos años si no hay una debacle imprevista en las ventas, pese a la amenaza permanente que suponen los menores costes del centro eslovaco. Finalmente, tampoco habrá despidos, aunque sí bajas incentivadas.

Un pacto cerrado ayer entre la dirección de la compañía y los sindicatos, tras un mes largo de negociaciones y una noche de infarto, dio un respiro al sombrío panorama industrial español, salvó el futuro inmediato de la planta de Viladecavalls (Barcelona) y culminó con la retirada del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que había anunciado la empresa. Sin cambios en el sistema de trabajo y sin un recorte de costes, Sony había estimado el excedente de plantilla en 275 personas (23% del total). La empresa había aceptado rebajar a 93 la cuantía si los representantes de los trabajadores aceptaban trabajar más horas (y equiparar el número total al del resto de centros de Sony en España), congelar el sueldo dos años, externalizar la actividad logística (con 185 empleados que mantendrán sus condiciones) y más flexibilidad en la producción.

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La aceptación de esas condiciones por los sindicatos facilitó que la empresa aceptara retirar el ERE. "Ha sido un pequeño milagro y un ejercicio de responsabilidad, en este difícil contexto", declaró el responsable de Sony en España, Pedro Navarrete.

La Federación Minerometalúrgica de CC OO se felicitó de que, tras la retirada del ERE, Sony haya ampliado hasta julio un plan para acogerse a bajas incentivadas por el que el grupo dará salida a esas 93 personas para las que dice que no hay trabajo.

Uno de los elementos que ha ayudado a desencallar el acuerdo es la puesta en marcha de un plan industrial destinado a automatizar procesos y a realizar mejoras tecnológicas para ganar competitividad y distinguir la planta catalana por su contenido tecnológico. Y ahí fuentes de la negociación aseguran que el Gobierno catalán se ha comprometido a ofrecer ayudas a la innovación a Sony, y que la empresa las destinará a esa automatización. Ambas partes negocian aún la cuantía.

Sony produjo en Viladecavalls 1,9 millones de televisores en el anterior ejercicio y este año fiscal contempla fabricar 1,5 unidades. Con esa carga de trabajo, la empresa asegura que no necesita reducir plantilla, fuera de las 93 bajas. La volatilidad del mercado (en seis meses pasó de caer un 7% a un 20%) y el hundimiento de precios (30%) han hecho que la compañía se replantee su estrategia europea para sacar ventaja competitiva a su posición geográfica. Hoy, la planta catalana produce una decena de modelos de TV para toda Europa. A partir de ahora, producirá más modelos pero sólo para el Sur de Europa.

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