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La contratación temporal pública supera ya la tasa del sector privado

El 25,4% de los trabajadores de la Administración son interinos

Manuel V. Gómez

Corren malos tiempos para los que tienen un contrato temporal en una empresa privada. Tanto que desde que ha comenzado la crisis ha sido la brecha en el mercado laboral por el que se ha colado la destrucción masiva de empleo en España. En un año, por esta vía se han destruido un millón de puestos de trabajo. Con ellos la tasa de temporalidad del sector privado ha caído en cinco puntos y ha quedado en el 25,2%. Por primera vez en la serie histórica las empresas tienen menos temporales que las administraciones públicas, cuya tasa hasta junio pasado era del 25,4%, según la última encuesta de población activa del INE. Hace sólo dos años, la Administración tenía ocho puntos menos de temporales que el sector privado.

La crisis provoca el cambio por primera vez en la serie histórica

No obstante, el mayor peso de las empresas en el mercado laboral explica que el número absoluto de contratados temporales (3,2 millones) sea muy superior al de las administraciones (774.100).

La gran temporalidad histórica del mercado laboral español ha permitido el gran salto del paro en los últimos dos años, hasta llegar a 4,2 millones de parados y una tasa de desempleo del 17,9% en junio. La última reforma laboral -pactada en 2006 por Gobierno, sindicatos y empresarios- trató de atacar el problema, pero sólo logró aliviarlo levemente. Ha sido la crisis la que ha provocado la rebaja de la tasa de temporalidad del conjunto del mercado hasta el 25,2%, nueve puntos menos que hace tres años.

El sorpasso del sector público al privado encuentra su explicación directa en el hundimiento del peso de los contratos temporales en el sector privado y en su estabilidad durante la crisis en las administraciones públicas. En el último año el número de contratos en el sector público (774.100) ha crecido.

Pero más allá de las cifras de la observación estricta de las cifras, también hay que buscar la explicación en el impacto que la crisis ha tenido en sectores que recurren usualmente a la contratación temporal. Es el caso de la construcción, tal y como explica un reciente informe de UGT. En el sector del ladrillo los trabajadores con contratos temporales en 2008 suponían la mitad de los empleados, ahora apenas representan uno de cada cuatro.

A pesar del hundimiento de la construcción, un sector que emplea mayoritariamente mano de obra masculina, la temporalidad sigue castigando más a las mujeres que a los hombres. De hecho, entre ellas el sorpasso ya se había producido en 2008. En las administraciones, la temporalidad femenina en junio era del 30,1% frente al 25,9% del privado.

"Hasta ahora considerábamos a la administración pública como un reducto del empleo de calidad", comenta Paloma López, responsable de Empleo de CC OO, que afirma que el cambio de tendencia les ha llevado a vigilarlo de cerca. Las explicaciones de López varían según la administración sea la central, las autonómicas o las locales. Pero al final se pueden resumir diciendo que el sector público abusa de la contratación temporal al recurrir a ella para cubrir puestos de trabajo estructurales.

"La temporalidad está aumentando en el sector público", apunta Agett, la patronal de las empresas de trabajo temporal, en referencia al aumento del último trimestre. Y no parece que la situación a corto plazo vaya a mejorar. La oferta de empleo público 2009 se redujo a la mitad que el año anterior y, como ya ha advertido el Gobierno, la restricción continuará en 2010.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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