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Los contratos temporales del verano reaniman el mercado de trabajo

El desempleo registrado baja en 73.790 personas, el mejor julio en 12 años - La afiliación a la Seguridad Social crece en lo que va de año

Manuel V. Gómez

Una de las máximas del mercado laboral dice que tras una crisis la recuperación del empleo llega de la mano de los contratos temporales. Y se está cumpliendo. La temporalidad fue la brecha que permitió en España una destrucción de empleo sin precedentes, y gracias a ella ahora llega la anhelada reanimación del mercado laboral. La gran mayoría de contratos firmados en julio (el 93,1%) fueron temporales: contribuyeron a que el mes pasado se registraran 73.790 parados menos y a que se firmara el mejor julio desde 1998. Fue el cuarto mes consecutivo de rebaja, lo que deja el número de desempleados ligeramente por encima de los 3,9 millones.

Poco a poco queda atrás la simbólica y temida cifra de los cuatro millones, pero todavía hay un 10,3% más de parados que en julio de 2009, según los datos del paro registrado que publicó ayer el Ministerio de Trabajo. Esas cifras llegan solo unos días después de la última Encuesta de Población Activa (EPA), el mejor termómetro del mercado laboral, que al cierre del segundo trimestre seguía dejando malas noticias, con la tasa de paro por encima del 20% de la población activa.

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Un vistazo rápido a los datos del paro registrado deja un poso de cierto optimismo, y lo mismo puede decirse si los números se observan por el lado del empleo, es decir, de las afiliaciones a la Seguridad Social. El instituto público contó 62.541 inscritos más. La consecuencia es que el organismo dirigido por Octavio Granado cerró julio con un saldo positivo en lo que va de año. Enero fue un mes pésimo, y han tenido que pasar seis meses para recuperar lo perdido, pero los 17,84 millones de afiliados medios de julio suman casi 50.000 más que a finales del año pasado.

"Es un dato de continuidad. Tiene importancia porque se vuelve a los comportamientos anteriores a la crisis", apunta Florentino Felgueroso, de Fedea, en referencia a que el paro tradicionalmente baja en verano y sube en invierno. La recesión provocó una caída del mercado laboral durante todo el año.

Del peso de los contratos temporales ligados a la época veraniega habla el hecho de que al quitar a los números de la Seguridad Social los efectos del calendario, la afiliación retrocede en 34.000 personas. También la apuntala el hecho de que sean ramas como la hostelería y el comercio, junto con los servicios sanitarios (por las sustituciones veraniegas) donde más ha aumentado el número de afiliados. El otro factor que contribuye a impulsar la temporalidad en estos meses es la tramitación parlamentaria de la reforma laboral. La incertidumbre que todavía hay sobre el resultado final -ahora en el Senado- no ayuda, de momento, a impulsar los contratos indefinidos, tal y como persigue la reforma. En esta línea apuntó el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, cuando afirmó ayer que "no hay que pedir efectos inmediatos".

Pero los sindicatos, que han convocado una huelga para el 29 de septiembre contra la reforma, no dejaron pasar la oportunidad. Utilizaron el peso de los contratos temporales para cargar contra ella. "Estos datos constatan que la reforma no favorece el empleo estable, sino todo lo contrario", atacó UGT. Profundizó CC OO, al comparar julio de 2010 con el mismo mes de 2009, cuando el porcentaje de contratos temporales fue del 7,9%.

Mejor aspecto tiene la foto desestacionalizada del paro que la de la Seguridad Social. Registró 34.800 parados menos en julio.

La mejoría del mercado laboral afectó a todos los sectores. Servicios, construcción, industria y agricultura, en este orden. La odiosa excepción le tocó a quienes buscan su primer empleo. Fueron pocos, eso sí. Se registraron 1.312 parados más en este epígrafe que, como explica Felgueroso, confirman otra de las reglas habituales de los mercados laborales en la salida de una crisis. "Lo normal es que encuentren empleo antes los que tienen experiencia. Los jóvenes van a tardar más en salir del paro", vaticina el investigador de Fedea.

No solo quienes no tienen experiencia laboral tienen problemas para encontrar trabajo, también tropiezan con ellos los parados de larga duración. Prueba de ello es que el colectivo de perceptores de prestaciones contributivas cede terreno en favor de los que cobran subsidios por desempleo (las primeras son bastante más altas que los segundos).

Así si en junio de 2009 había 1,5 millones de beneficiarios de prestaciones, este año la cifra ha retrocedido hasta los 1,4. Esto propició que el gasto en desempleo -2.583 millones- apenas aumentara en un 1,2%, pese a que el número total de quienes cobran prestaciones o subsidios ha subido en los últimos 12 meses hasta los 2,9 millones, con lo que la tasa de cobertura se sitúa en el 78,3%.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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