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Los convenios incluirán la mediación obligatoria para evitar bloqueos

Empresas y trabajadores dispondrán de un plazo máximo para negociar - Los sindicatos quieren eliminar regulaciones como la de los pilotos

Lucía Abellán

La figura del mediador entre empresas y trabajadores va a ganar protagonismo en los convenios. La reforma que negocian sindicatos y patronal potenciará el papel de la mediación, hasta ahora voluntaria, en las relaciones laborales. Se trata de evitar bloqueos y, en la práctica, de acortar la prórroga indefinida que tiene ahora el convenio desde que expira hasta que entra en vigor el nuevo. Tanto UGT y Comisiones Obreras como CEOE proponen iniciar la negociación antes de que el convenio caduque y pautar todo el proceso, según documentos internos de los agentes sociales.

Dentro de esta coincidencia genérica, las propuestas de unos y otros difieren. La CEOE habla sin ambages de fijar "un periodo máximo" de vigencia del convenio una vez vencido y aboga por acudir a un arbitraje si no hay acuerdo para renovarlo. Los sindicatos prefieren referirse a un plazo máximo de negociación, que en algunas conversaciones se ha situado en un año, aunque no hay decisión tomada.

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Además, UGT y Comisiones Obreras son reacios a confiarlo todo a un árbitro porque, aseguran, contraviene la Constitución. Para sortear ese obstáculo, han buscado una fórmula más alambicada consistente en reconocer "la obligación de acudir a procesos de mediación y arbitraje". Es decir, emplear obligatoriamente ese mecanismo, ahora voluntario, aunque sin prejuzgar el resultado. No obstante, lo más lógico es que si se acude a una mediación sea para aceptar el resultado, lo dicte un árbitro o cualquier otro órgano.

El objetivo es que los juzgados dejen de ser el ámbito principal de resolución de conflictos laborales, como ocurre ahora. A cambio, ganaría peso la mediación, poco extendida. En 2009, último ejercicio del que existen datos del Ministerio de Trabajo, hubo 91 procesos registrados en España, con algo más de 90.000 trabajadores afectados.

Para agilizar los trámites, los sindicatos otorgan especial importancia a lo que denominan "deber de negociar", con más obligaciones que la de sentarse a la mesa. Durante ese proceso, el riesgo de vacío regulatorio quedaría cubierto con el mantenimiento "individual de las condiciones reguladas por el convenio", según la CEOE.

Más allá de esta novedad, las propuestas de reforma que intentan acelerar patronal y sindicatos incluyen importantes cambios en un modelo que data de 1980, aunque se reformó en 1994. Es probable que no todos prosperen por falta de consenso.

- Flexibilidad interna. Es la principal pretensión confesada de ambas partes. En su documento, los empresarios la concretan en la capacidad de negociar las condiciones de trabajo (jornada, horario, remuneración...) y los sindicatos, en el suyo, aspiran a conseguir una mayor participación en esas decisiones. Es probable que la consigan, pues la CEOE se muestra favorable. Con esas bases, las dos partes coinciden en propiciar cambios en el convenio durante su vigencia si la situación lo requiere, algo que ya ocurre de forma voluntaria. Junto a ese punto de acuerdo, la CEOE abre la puerta a que existan "otras expresiones de lo acordado" más allá del convenio.

- Desaparición de convenios. Las partes coinciden en eliminar un buen número de convenios que existen en la actualidad sin aplicación efectiva. La cifra no es residual. De los más de 5.000 registrados, se calcula que alrededor de 2.000 no rigen por alguna causa (la empresa ha desaparecido o ha quedado absorbida por otra, el sector se ha reagrupado...). Los sindicatos han propuesto elaborar "un mapa de convenios" que permita detectar los obsoletos y eliminarlos. Pese a todo, no desaparecerá ningún nivel de negociación, ni siquiera el provincial, aunque podrá acordarse que en algunos casos se subsuman.

- Directivos al margen. Las dos partes proponen expresamente sacar a los directivos del paraguas de los convenios, una situación que ya está bastante generalizada. Sin embargo, los sindicatos pretenden ir un paso más allá y acabar con lo que denominan convenios franja, limitados a determinadas castas profesionales (por ejemplo, los pilotos) para integrarlos en uno más genérico del sector o la empresa a los que pertenezcan. Para la patronal, también habría que permitir una "exención temporal" de los convenios a los emprendedores, con la idea de que gocen de un tiempo de adaptación sin tener que cumplir el marco laboral, siempre que el número de empleados "sea inferior a una determinada cifra".

- Condiciones diferentes. Menos aceptable para los sindicatos resultará la propuesta de la CEOE que aboga por "la diversidad de condiciones de trabajo en función de la fecha de ingreso en la empresa". Esa idea consagraría las diferencias de derechos según la antigüedad.

Patronal y sindicatos tratan de cerrar un texto antes del 19 de marzo. Ese día expira el plazo que les otorgó el Gobierno para pactar un modelo; en caso contrario, el Ejecutivo anunció que legislaría, aunque de momento ese escenario parece descartado.

De izquierda a derecha, los presidentes de las patronales CEPYME y CEOE, Jesús Bárcenas y Gerardo Díaz Ferrán, y los secretarios generales de UGT y CC OO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo
De izquierda a derecha, los presidentes de las patronales CEPYME y CEOE, Jesús Bárcenas y Gerardo Díaz Ferrán, y los secretarios generales de UGT y CC OO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández ToxoEFE

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.
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