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La crisis castiga las inversiones del hombre más rico del mundo

El beneficio de Warren Buffett cae un 7,6% por las turbulencias financieras

Ni si quiera el hombre con más éxito en la historia reciente de Wall Street escapa a los efectos perversos del huracán financiero. Berkshire Hathaway, brazo inversor de Warren Buffett -el hombre más rico del mundo-, cerró el segundo trimestre con una caída del beneficio del 7,6%. El motivo es que las inversiones realizadas por el magnate no están dando la rentabilidad esperada. Además, la exposición a la crisis de las aseguradoras en las que tiene depositado dinero contaminan las cuentas del conglomerado que preside el oráculo de Omaha.

El magnate cree que éste es un buen momento para comprar barato

Las ganancias de Berkshire han bajado a 2.880 millones de dólares (1.919 millones de euros), frente a 3.120 millones de hace un año. Aunque el gigante inversor ya arrancó el ejercicio con una caída del 64% en el beneficio, entonces el desplome se debió más a cuestiones contables que a pérdidas efectivas. Ahora los números rojos son reales.

Pese a todo, el resultado es ligeramente mejor de lo que esperaba Wall Street. La pregunta que surge al bucear en estos números es si muestran ya una salida de la crisis, precisamente lo contrario de lo que aparentan. Berkshire Hathaway es un conglomerado financiero que controla desde compañías que producen golosinas hasta otras dedicadas a los botes de pinturas. Buffett, con 35.000 millones listos para invertir, dice que sus movimientos no se guían por la coyuntura. Por tanto, las pérdidas de hoy derivadas de negocios que viven horas bajas pueden tornarse en ganancias cuando el mercado se recupere.

El magnate cree que este momento puede ser bueno para comprar empresas con descuento, es decir, cuyo valor esté siendo severamente castigado en Wall Street por la crisis. Buffett sacó además tajada de la disputada venta de Anheuser-Busch a la cervecera belga InBev. El inversor estuvo de gira el pasado mes de mayo en Madrid y en otras capitales europeas buscando oportunidades de negocio.

Los resultados de Berkshire ponen en evidencia las corrientes contrapuestas que circulan estos días por Wall Street, que tiene ansia por ver la luz al final del túnel. Hace tres meses, Buffett anunció pérdidas de 1.600 millones en contratos de derivados, los mismos que hace cinco años calificó de "armas financieras de destrucción masiva".

La situación es tan volátil desde hace un año que por donde antes se escapaba el dinero, ahora vuelve a recuperarse. Y así, los temidos derivados le reportaron a Berkshire unas ganancias de 689 millones en el segundo trimestre. El propio Buffett reconocía esta primavera ante la junta de accionistas que estos contratos son difíciles de entender para el más experto.

El punto vulnerable de Berkshire está en las aseguradoras que tiene en cartera. El beneficio de ese negocio, con Geico y General RE como abanderadas, cayó un 43%. Los seguros suelen aportar la mitad del resultado de Berkshire, lo que explica que las acciones del conglomerado hayan registrado el peor semestre desde 1990, con caídas del 18% en la Bolsa de Nueva York.

Más allá de las aseguradoras, Buffett recibió la semana pasada la luz verde de Bruselas para comprar Wrigley, la firma de los chicles Orbit, junto a Mars. Berkshire inyectará 6.500 millones en esta operación. Y hace varias semanas anunció una inversión de 3.000 millones en Dow Chemical que lo convertirá en su mayor accionista.

Warren Buffett, en su reciente visita a España.
Warren Buffett, en su reciente visita a España.GORKA LEJARCEGI

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