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La crisis se cebó en la construcción y la industria en el tramo final de 2008

Los concursos de acreedores se triplican y se concentran en el ladrillo - Los trabajadores afectados por regulación de empleo aumentan un 137%

La recesión dio su primer zarpazo a la actividad inmobiliaria, hizo presa en las fábricas de automóviles y muerde ya los tobillos del sector servicios. La última entrega de estadísticas (expedientes de regulación de empleo, producción industrial y concursos de acreedores) confirmó ayer lo que ya pregonó el Banco de España: la crisis golpeó con dureza en el último trimestre de 2008, con graves consecuencias en el empleo y la actividad empresarial.

Las estadísticas corroboran el protagonismo de la construcción en la crisis. El sector que más sufre el embate del paro encabeza, además, el listado de sociedades que han tenido que recurrir al concurso de acreedores. Y también delatan que la industria está muy tocada: el parón del automóvil se refleja en los expedientes de regulación de empleo (ERE) y en el bajonazo de la actividad industrial, que culminó en diciembre su peor trimestre desde que se tienen series comparables (1993). La profundidad de la crisis depende a partir de ahora de su capacidad de contagio al sector servicios, que concentra más del 60% del empleo y el PIB.

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- Acelerón de los ERE. El mercado laboral sigue arrojando datos pésimos. Ayer fue el turno de los despidos colectivos, los ERE que tanto protagonismo han acaparado en los últimos meses. 2008 se cerró con algo más de 180.000 afectados por ellos, un 137% más que el año anterior. En total, los expedientes de regulación abiertos fueron 6.796 (un 69% más). Este incremento anual obedece fundamentalmente a la evolución en el último trimestre. Sólo en diciembre se han formalizado 1.601 ERE, que han afectado a 56.707 trabajadores.

La peor lectura que ofrecen estos datos es que afecta al trabajo de mayor calidad. Los ERE son una herramienta utilizada por las empresas para amortizar puestos de trabajo cubiertos con contratos indefinidos. El sector más damnificado ha sido el que concentra un empleo de mayor calidad: el industrial. El 77% de los empleados afectados por expedientes de regulación se concentran en este sector, en gran medida por la suspensión de actividad en las fábricas de automóvil.

Las administraciones (autonómicas y central) mantienen que han redoblado su exigencia al analizar los expedientes que presentan las empresas, pero el reflejo estadístico de esa voluntad es bien tibio: la proporción de autorizaciones ha pasado del 94% (2007) al 91% (2008).

- La industria, marcha atrás. El índice de producción industrial acumula ya siete meses en retroceso, una tendencia que se ha agravado en el último trimestre. Como ya ocurriera en octubre y noviembre, el índice volvió a marcar una caída récord en diciembre, con un descenso en la actividad industrial del 19,6% respecto al mismo mes del año anterior. Y, de nuevo, el parón del automóvil tuvo mucho que ver: la fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques se quedó en casi la mitad (un 48% menos) que en diciembre de 2007.

Además del automóvil, también hay notables recortes en la fabricación de máquinas de oficina y equipos informáticos (un 41% menos en diciembre) o en la fabricación de productos minerales (más del 30% de retroceso). La tasa media del índice de producción industrial cayó un 6,8% el año pasado, un descenso sin precedentes en la serie que descuenta el efecto del calendario (equipara los días festivos).

- Las suspensiones de pagos se disparan.

La estadística de los concursos de acreedores siguió la estela de las malas noticias. Las antiguas suspensiones de pagos triplicaron en 2008 (un 197% más) la cifra del año anterior con un total de 2.902 de procedimientos iniciados. "Y no es descabellado pensar que en 2009 alcanzarán las 5.000", comentó Ramón Casanellas, presidente del Registro de Economistas Forenses (Refor), sobre la estadística que el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer. Sólo en el último trimestre se formalizaron más de un millar de concursos (1.082).

Casanellas encaja como una buena nueva que el grueso de los concursos se concentre en el sector de la construcción e inmobiliario, con mucha mayor incidencia que en la industria y los servicios. Un indicador de que las empresas no vinculadas al ladrillo aún no se han contaminado en exceso. "Pero es posible que esta tendencia cambie durante este año", concede. El parón en la vivienda ha provocado el inicio de 1.122 procesos, el 39% del total.

Cataluña es la comunidad donde la insolvencia de las empresas forzó más concursos, con 681 procedimientos. "Si lo mirásemos por el pasivo, [el volumen de la deuda], otras comunidades autónomas como Madrid podrían rebasarla", según Casanellas, que justifica la situación catalana por la cantidad de constructoras dependientes de la costa y con poco capital. No es casualidad, según esta tesis, que la Comunidad Valenciana sea la segunda, con 390 empresas que se han puesto en manos del juez para intentar salir de la crisis.

Información elaborada por Alejandro Bolaños, Manuel V. Gómez y Bernat G. Girona.

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