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La crisis se recrudece y lleva a la Bolsa al mínimo en más de dos años

La resaca de la reunión del BCE provoca fuertes recortes en la banca europea

Claudi Pérez

"Son tiempos duros". El pesimismo del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, va calando en los mercados. Trichet advirtió el jueves de un serio deterioro del ciclo económico y de los riesgos inflacionistas en Europa. De una tacada, alejó las expectativas de una bajada de tipos y comunicó a los bancos que endurecerá los requisitos para inyectar liquidez, a pesar de la inacabable crisis crediticia. Trichet compareció ayer de nuevo en Francfort y volvió a destacar que los datos económicos negativos se acumulan tanto en Europa como en EE UU. Las Bolsas europeas reaccionaron con fuertes recortes. La española fue la peor: cerró con una caída del 3% y acumuló un castigo mayúsculo en sólo dos días, del 6%, hasta perforar su mínimo en más de dos años.

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Los mercados suelen reaccionar con virulencia, pero en el fondo reflejan la buena o la mala salud de la economía. Y Trichet no va dando precisamente alegrías a los inversores. Ante los atisbos de recuperación de las últimas semanas, ayer por la mañana aseguró en una conferencia en Francfort: "La buena salud es siempre una situación precaria que no suele presagiar nada nuevo". "Son tiempos duros", cerró anticipándose a un día aciago en las Bolsas.

La banca está pagando con creces los años de excesos. Y no sólo las entidades que especularon con las hipotecas basura. El sistema financiero en su conjunto está sufriendo los efectos del credit crunch y el progresivo contagio a la economía real. El mercado interbancario lleva un año seco, y las restricciones que impone ahora el BCE no ayudan. El sector financiero lideró las caídas del jueves en Europa, y volvió a tropezar ayer con fuertes recortes, del 2,5% del Banco Sabadell hasta el 4,6% del Popular. Pese a que todas las entidades cerraron en rojo, José Manuel González-Páramo -al igual que otros miembros del BCE- subrayó en San Sebastián que el cambio de normativa no tiene relación "ni remotamente" con el desplome bursátil.

Hay otras opiniones. Goldman Sachs subrayó que el BCE pone "más presión" sobre las dificultades de liquidez de la banca. "Es una llamada a la disciplina", dijo Tomás Varela, del Sabadell, y según varios expertos puede encarecer algo más la financiación. "Los cambios anunciados por el BCE no van a tener un gran impacto cuantitativo, pero suponen un aviso a navegantes. De todos modos, las caídas bursátiles son generales, no sólo en la banca, y reflejan el nuevo deterioro de la economía", explicó José Luis Martínez, de Citigroup. "La crisis va a ser duradera y costosa, por si alguien lo dudaba", indicó desde Londres Robert Sierra, de Schroders.

Los malos datos de la industria europea y la subida del paro en EE UU dibujaban ayer un escenario sombrío. La caída del petróleo reduce la tensión inflacionista y podría reactivar el consumo, pero ya no es suficiente para pensar que puede ser el catalizador de una mejoría económica. "Sin una normalización de los mercados y sin que amainen las turbulencias financieras será difícil ver una recuperación", aseguró un analista de un gran banco español.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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