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El deterioro del mercado laboral | Las perspectivas del empleo

La crisis se resiste a tocar fondo

Los malos datos del primer trimestre hacen dudar a los expertos sobre si el paro ha llegado a su máximo - La reducción de la población activa agrava la situación

Alejandro Bolaños

Antes de que el Instituto Nacional de Estadística desvelara que el paro había rebasado los 4,9 millones de personas, el Gobierno daba por hecho que la crisis en el mercado laboral había tocado fondo. Tras conocer el detalle de la Encuesta de Población Activa (EPA), el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reafirmó este viernes en que el paro, tras el histórico dato del primer trimestre, solo podía "bajar y bajar". Pero concedió que era una "arriesgada opinión". La duda no solo anida en el pronóstico oficial. Entre los expertos, algunos aspectos de la EPA han sorprendido para mal. Lo más preocupante no es ya si el deterioro del mercado laboral, tres años después, ha llegado a su fin. La cuestión es que, si ha tocado suelo, apenas logrará elevarse un palmo en mucho tiempo.

"Las cifras delatan un desánimo brutal", señala la catedrática Sara de la Rica
Hay un millón menos de jóvenes buscando trabajo que en 2008
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La variante española de la Gran Recesión es una crisis más prolongada, que devora empleo y suma parados por millones. No hubo trimestre más negro que el que inauguró 2009, con 766.000 puestos de trabajo destruidos y más de 800.000 nuevos parados. Ni la destrucción de empleo (256.000) ni el aumento del paro (213.500) que se han registrado en los tres primeros meses de 2011 resisten la comparación.

Lo que hace de este trimestre otro capítulo nefasto de la peor crisis en décadas es que todo esto ocurre dos años después, cuando ya se han destruido 2,4 millones de puestos de trabajo; y cuando la tasa de paro, ahora en el 21,3%, lleva más de un año por encima del 20%. Al resto de las grandes economías industrializadas, ese tiempo le ha sobrado para volver a crecer con cierta prestancia. Y, como poco, para estabilizar su mercado laboral.

"No me atrevo a decir si superaremos o no los cinco millones de parados, solo que casi todo el ajuste se ha producido ya", indica Lorenzo Serrano, del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas. "Si la economía española no genera suficiente empleo en los próximos trimestres, podemos volver al filo de los cinco millones a finales de año", añade Juan Carlos Martínez Lázaro, profesor de Economía en la escuela de negocios IE Business School. "El paro bajará en el segundo y el tercer trimestre, que suelen ser los mejores para la economía española por la temporada turística, pero hay que esperar para comprobar si será capaz de recuperar lo perdido en los últimos seis meses", añade Sara de la Rica, catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco.

Hay un argumento sólido que avala la apuesta de Rubalcaba, que quita riesgo a su previsión de que el paro, a partir de ahora, bajará del pico de 4,9 millones. Lo paradójico es que ese argumento es, precisamente, la peor noticia que deja la última EPA. "La reducción de la población activa se ha acelerado, y eso aleja cada vez más la posibilidad de un nuevo máximo de paro", sintetiza Sara Baliña, de Analistas Financieros Internacionales.

En el primer trimestre de 2011, más de 42.000 personas dejaron de buscar trabajo. Solo en lo peor de la Gran Recesión, en 2009, menguó más el mercado laboral, que integra a parados y ocupados. Algunos de los que pierden el puesto de trabajo ahora pasan directamente a ser inactivos; otros que podían incorporarse al mercado laboral, ni lo intentan. "Lo que delata esa reducción de la población activa es una falta de expectativas brutal", acota la catedrática Sara de la Rica, responsable del observatorio laboral de la fundación Fedea. Si hubiese expectativas, muchos inactivos pasarían a buscar trabajo y se computarían, por tanto, como parados.

Aquí, la situación es peor que hace un año. Entonces aumentó también el paro, pero no solo por la destrucción de empleo (un fenómeno negativo) sino también por el incremento de la población activa (un fenómeno positivo, que deja intuir algo de esperanza en el futuro inmediato). En opinión de los expertos, el viraje del mercado laboral es un adelanto de lo que vendrá: una reducción de paro a cuentagotas, una creación de empleo minúscula.

Es un análisis muy similar al que, sentado codo con codo con Rubalcaba, hizo el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, tras el Consejo de Ministros del pasado viernes. "Ahora no tiene ninguna importancia si se llega o no a la cifra simbólica de los cinco millones de parados; lo importante es la creación de empleo", indicó Gómez, que no ocultó su preocupación: "Si la población activa vuelve a crecer con fuerza, puede que haya más parados, pero sería una situación mejor que la actual".

El comportamiento de jóvenes e inmigrantes reflejan grave momento por el que pasa el mercado laboral. La incorporación de menores de 30 años al mercado laboral, la vía natural de crecimiento de la población activa, se ha resentido de forma notable desde que arrancó la crisis: ahora buscan trabajo un millón de jóvenes menos que en 2008. "Hay un fenómeno claro de vuelta a las aulas, que al menos tiene la lectura positiva de que la formación mejora", indica Juan Carlos Martínez Lázaro.

El otro colectivo que hay que seguir de cerca es el de trabajadores extranjeros, el que tiene mayor tasa de actividad (76%), la que contribuyó en mayor medida al aumento de la población activa en la década pasada. El 70% de las personas que dejaron de buscar trabajo en el primer trimestre era inmigrante. "Muchos se van del país, otros no tienen más remedio que volver a la economía sumergida", señala De la Rica.

"El desánimo se está enquistando, hay una reserva de personas inactivas que es, en realidad, paro embalsamado", apunta Sara Baliña. En ese desánimo pesa la debilidad de la economía. "El paro y la inflación [3,8% en abril] minan la confianza, hay menos propensión al consumo", señala la analista de AFI, quien tilda de "muy feo", el dato de ventas de los comercios en marzo, un 8,6% inferior al de hace un año. La subida de precios tiene además otra deriva: apuntala la decisión del Banco Central Europeo para hacer nuevas subidas de los tipos de interés. Eso encarece el crédito, exiguo para las empresas españolas. El próximo viernes, el Banco de España hará su primera estimación sobre lo que pasó con el PIB en el primer trimestre. "El arranque del año ha sido muy malo, seguimos estancados", opina Baliña.

Dos días antes, el Ministerio de Trabajo habrá desvelado el paro registrado por los servicios públicos de empleo en abril. Esta registro mensual, al que los expertos conceden menos precisión, sí valdrá para reflejar un recorte del desempleo, que con la celebración de la Semana Santa en este mes, se da por seguro. Abril dará comienzo al mejor periodo para el empleo en la economía española. La duda está en si la buena evolución del turismo valdrá para crear suficientes puestos de trabajo. Es lo que sostiene el Gobierno, quien cree, en el conjunto del año podrían generarse unos 40.000 puestos de trabajo. Y que la tasa de paro promedio bajará del 20%.

"Con los datos del primer trimestre es casi imposible que ese pronóstico se cumpla", sostiene Lorenzo Serrano. "Esta vez, la dificultad añadida es que la construcción tuvo un peso muy importante en la creación de empleo antes de la crisis, algo imposible de repetir", recalca. Lo que anticipan los expertos es una carrera a cámara lenta en la recuperación del empleo. Pero como señala Martínez Lázaro, para los colectivos más expuestos, para las personas que han agotado las ayudas públicas, "es una carrera contrarreloj".

La incógnita del empleo público

Hay veces que la estadística contradice lo que se tiene por certeza. En el último año, los responsables públicos, impelidos a rcortar el gasto público, no han dejado de anunciar planes para reducir la plantilla de las Administraciones. Pero lo que dejan entrever los datos de la EPA es que ese tijeretazo no es tal. En el último trimestre, cuando la ocupación descendió en 256.000 personas, el sector público se anotó 7.300 puestos de trabajo más.

"El grueso de ese aumento corresponde a las comunidades autónomas y los ayuntamientos. Habrá que ver que ocurre cuando acabe el periodo electoral", señala Sara Baliña, de Analistas Financieros Internacionales.

La estadística también revela la dificultad de suprimir empleos públicos en las áreas del Estado del Bienestar (salud, educación, servicios sociales), muy vinculadas al aumento de la población en los últimos años. Supone más del 80% del empleo en la administración autonómica, precisamente el nivel en el que la creación de puestos de trabajo se ha visto menos afectado por la crisis: en el segundo trimestre, 13.000 de los 17.300 empleos generados por el sector público en el primer trimestre corresponden a las comunidades.

Lo que es más dudoso es que este nivel de generación de empleo se sostenga tras las elecciones autonómicas y municipales. El caso de Cataluña, donde el nuevo Gobierno de CiU, ha desvelado que el déficit era mayor de lo anunciado, se repetirá tras el 22-M. Y eso aumentará la presión para ajustar el gasto público, otro lastre más en la creación de empleo para lo que queda de 2011.

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