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El déficit de Irlanda se dispara hasta el 32% del PIB por el rescate de la banca

Las inyecciones totales de capital público rondarán los 50.000 millones de euros

El Gobierno de Irlanda admitió ayer que el plan de rescate de la banca se eleva ya a 45.000 millones de euros y hay muchas posibilidades de que alcance los 50.000 millones, en función de cómo evolucione en los próximos años el mercado de la vivienda. Tras la última evaluación del agujero bancario, el Banco Central cree que la banca irlandesa, y en particular el desastroso Anglo Irish Bank, necesita unas aportaciones adicionales de capital público de 12.000 millones de euros.

Eso significa que, si se tiene en cuenta esta nueva inyección de dinero público para la banca, el déficit presupuestario de Irlanda se dispararía a un alucinante 32% del PIB, del que casi dos tercios corresponden exclusivamente al agujero bancario.

El Gobierno admite que la caída del Anglo hubiera hundido al país
Por el momento, los gestores bancarios no pagarán el desastre

A pesar de eso, el ministro de Finanzas, Brian Lenihan, insistió ayer en que el Gobierno mantiene sus planes de recortar ese déficit al 3% en 2014. Para conseguirlo, el Ejecutivo presentará en noviembre un nuevo proyecto de ajuste presupuestario con un ahorro adicional del gasto público de 3.000 millones. Lenihan aseguró en una rueda de prensa que esa era la cifra mínima del recorte necesario.

El Gobierno irlandés ha de recurrir a las emisiones de deuda para cubrir esa financiación adicional. Pero, con las necesidades inmediatas cubiertas hasta primavera, el Tesoro no volverá a realizar emisiones de deuda hasta enero, quizá confiando en que para entonces habrán mejorado las perspectivas económicas y se habrá superado la crisis de las últimas semanas. Ayer la prima de riesgo (que mide la diferencia entre los que se paga por un bono irlandés y otro alemán) se situó en 4,29 puntos porcentuales, 0,17 puntos menos que el miércoles, aunque continúa en la zona de máximos.

Las cifras del rescate del Anglo Irish son colosales para una economía como la de Irlanda, "pequeña y frágil" -es cinco veces más pequeña que la economía española-, según la definición empleada ayer por el ministro Lenihan. El Anglo, que ya ha absorbido unos fondos públicos de 22.900 millones, necesita en realidad entre 29.300 y 34.300 millones. Es dinero prácticamente perdido para los contribuyentes pero Lenihan aseguró que el rescate del banco era inevitable.

"La caída del Anglo habría arrastrado la deuda soberana", declaró en una entrevista a Financial Times. "Es importante por su valor sistémico, no por su valor intrínseco. Porque le aseguro que no le veo ninguno", reconoció el ministro con ironía. "Pero hay que tener en cuenta la importancia de su tamaño en relación con la economía del país. Ningún país se puede permitir la caída de una institución como esa", añadió.

El Gobierno está recibiendo presiones para que quienes han acabado provocando la ruina del Anglo Irish compartan ahora la factura con los contribuyentes. Pero el ministro de Finanzas solo ha dejado abierta la opción de compartir la carga del rescate con los titulares de deuda subordinada del Anglo, es decir, con los inversores que adquirieron los productos más arriesgados a cambio de una prima más rentable. Pero estos suponen solo una fracción de la deuda tóxica del banco, apenas unos 2.400 millones, y el Gobierno ha descartado penalizar en la misma línea a los principales titulares de bonos del banco por temor a que esa medida tenga un efecto dominó que afecte a la capacidad de endeudamiento futuro de los bancos participados por el Ejecutivo.

Aunque el ojo del huracán de la crisis bancaria irlandesa está en el Anglo Irish, la gran víctima de ayer fue AIB (Allied Irish Banks) porque el Gobierno, que ya inyectó 3.500 millones en el pasado, tiene que inyectar ahora otros 3.000 millones más para asegurar su viabilidad, lo que significa que el Estado puede acabar controlando el banco aunque sea de forma temporal. Las acciones de AIB se desplomaron casi un 30%.

No solo han caído las acciones: el sensible incremento de las ayudas a AIB ha provocado también la caída de sus dos máximos dirigentes. Colm Doherty, que accedió al cargo de director general en noviembre pasado, lo dejará antes de fin de año. El presidente ejecutivo, Dan O'Connor, cesará en las próximas semanas.

Según las estimaciones del Banco Central irlandés, el AIB tiene unas necesidades de capital de 10.400 millones para afrontar posibles pérdidas, 3.000 millones más de lo que se estimaba hasta ahora. La entidad espera obtener cerca de la mitad de ese dinero mediante la venta de activos -como el reciente acuerdo para vender sus filiales polacas al Santander- y el resto mediante ampliaciones de capital. El Estado se ha comprometido ahora a inyectar otros 3.000 millones, elevando a 6.500 millones la factura.

Sin embargo, el ministro Lenihan se refirió a esa inyección más como una inversión que como un rescate a fondo perdido y definió la entidad como "viable" en el futuro. "Estoy convencido de que al final de esta operación los contribuyentes obtendrán una sustancial ganancia", aseguró refiriéndose al AIB. Otra entidad, el INBS, también ha doblado sus necesidades de financiación pública, que han pasado de 2.700 a 5.400 millones.

Una oficina del Anglo Irish Bank en Belfast (Irlanda del Norte).
Una oficina del Anglo Irish Bank en Belfast (Irlanda del Norte).EFE

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