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La desconfianza sobre España y el euro vuelve a castigar los mercados

La prima de riesgo española sube a 350 y la banca arrastra a las Bolsas

Amanda Mars

El cambio de año ha traído un nuevo Gobierno para España y otro paquete de medidas de ajuste, pero los malos augurios sobre la economía española y las dudas sobre la eurozona no solo persisten, sino que ganan nuevos argumentos, y esta semana han acabado con la relativa mejora que habían experimentado los mercados a finales de año.

Los inversores han estrenado 2012 con la confirmación de que el déficit fiscal de España rondará el 8%, frente al 6% prometido, el anuncio de los recortes encaminados a corregirlo y, como guinda, el susto valenciano: el Estado sale por primera vez al rescate de una comunidad autónoma que no podía hacer frente al vencimiento de un pago. La banca europea sigue hecha un manojo de nervios, sin prestarse dinero entre sí, y las tensiones con Irán han alborotado el precio del petróleo.

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La incertidumbre, la desconfianza, en resumen, sigue regulando el mercado. La vara de medir la credibilidad de España como pagador de las deudas, que es el diferencial de interés que se exige a los bonos a 10 años respecto a los alemanes, considerados la referencia, subió ayer 12 puntos básicos, hasta los 350, y situó en el 5,3% el interés que se paga por los bonos a 10 años. La prima de riesgo vivió sus peores horas el pasado 22 de noviembre, cuando tocó los 468 puntos básicos (es decir, la deuda española pagaba un sobreprecio de 4,6 puntos porcentuales). Pero diciembre, con las compras masivas de Banco Central Europeo (BCE) y la barra libre para la banca, fue más que una tregua y la prima acabó el año en 325, más de 100 puntos por debajo de aquella cima.

Ayer los inversores replegaron velas y decidieron recoger beneficios. "Hay mucha expectación sobre la reforma financiera, también sobre las reuniones en Europa y del G-20, y se ha conocido la desviación de déficit... Sigue habiendo en definitiva una gran incertidumbre", apunta José Luis Martínez Campuzano, analista de Citi.

"El caso de Valencia ha podido influir, pero no es el principal motivo de las caídas de ayer, sino el hecho de que sigue la crisis de deuda, y por eso se produce una corrección de alivio de las tensiones de diciembre", apunta Matías Lamas, de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Además, en el caso español, "los mercados reaccionan en un primer momento al impacto que los nuevos ajustes van a tener en la economía, aunque vayan dirigidos a reducir el déficit".

La prima italiana se contuvo y bajó un punto básico hasta quedar en el muy elevado nivel de 501. Alemania acababa de colocar sin problemas títulos de deuda con 10 años de vencimiento en una subasta en la que la demanda superó el máximo de oferta, que se había establecido en 5.000 millones de euros. El Bundesbank colocó 4.057 millones a un interés medio del 1,93%.

En general, la subida del precio del petróleo también suele acelerar la toma de beneficios y ayer el crudo continuó con la escalada de las últimas jornadas debido a las tensiones con Irán por su escalada en el programa nuclear y la sospecha de que busque armarse con la bomba atómica. Ayer la Unión Europea aprobó un acuerdo para no importar petróleo iraní como medida de presión y el precio del barril brent alcanzó los 112 dólares, el mayor nivel en más de un mes. El euro se cambió a 1,29 dólares, frente a los 130 de la jornada anterior.

A eso se añade la escasa liquidez propia de la primera semana del año, lo que también hizo sufrir a las Bolsas. El español Ibex 35 perdió un 1,72%, muy condicionado por la caída del Santander. El primer banco español se dejó un 3,85% por la oleada de ventas que provocó el canje de preferentes que ha llevado a cabo la entidad. Para más inri, la agencia de calificación crediticia Fitch había advertido el día anterior de que se avecinan nuevos recortes en las notas del sector.

El resto de grandes parqués europeos también sufrieron por las dudas sobre el sector bancario. El italiano Unicredit decidió dar un descuento mayor del esperado (43%) en su ampliación de capital. La Bolsa italiana bajó un 2,04%, la francesa un 1,59% y la alemana el 0,89%. Pero fue la propia banca la que hizo exhibición del miedo que sigue tiñendo cualquier transacción. Los depósitos a que el sector ha dejado a recaudo del Banco Central Europeo (BCE) han llegado esta semana a un nuevo récord de 453.180 millones de euros, lo que significa que el manguerazo de crédito del banco central no se ha dirigido principalmente a que las entidades se presten dinero entre ellas. El crédito, pese a los esfuerzos del BCE, sigue sin fluir hasta las empresas y familias. La economía aún no recupera el riego sanguíneo.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press
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