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La economía española bordea ya la recesión, según el BBVA

El servicio de estudios del banco anticipa un retroceso del PIB en el cuarto trimestre y una tasa de paro del 22%

Alejandro Bolaños

El análisis que despacha cada trimestre el servicio de estudios del BBVA refleja a las claras el deterioro acumulado por las economías avanzadas, y singularmente por España, desde el pasado verano. "Ha aumentado el riesgo de entrar en recesión", resumió ayer el responsable del departamento de Economías Desarrolladas, Rafael Doménech, en la presentación ante la prensa de la última entrega del estudio.

La recesión, una posibilidad remota hasta hace unos meses en la inmensa mayoría de los pronósticos, ha aflorado en los vaticinios de varios servicios de estudios privados en las últimas semanas. En las nuevas previsiones del BBVA se anticipa que el PIB decrecerá entre octubre y diciembre una décima respecto al trimestre anterior, menos de dos años después de que España saliera de la Gran Recesión que legó la crisis financiera de 2008.

La crisis del ladrillo obligará a la banca a dotar 60.000 millones
La Caixa prevé un déficit del 7,5% del PIB este año, frente al objetivo del 6%

La definición más extendida de recesión exige que se encadenen dos trimestres consecutivos con tasas negativas en la variación del PIB. El BBVA no cree que esa condición se cumpla todavía, aunque sea por cuestión de centésimas. Como ya hizo el Banco de España la semana pasada, anticipa que en el tercer trimestre la economía se estancó, algo que la estimación oficial del Instituto Nacional de Estadística aclarará este mismo viernes.

"Habrá que esperar a los datos definitivos, pero nosotros seguimos teniendo indicadores algo más positivos", terció ayer la vicepresidenta económica, Elena Salgado. Más allá de este debate técnico que se sustentará en una décima más o menos, el servicio de estudios del BBVA sostiene que, en el mejor de los casos, lo que aguarda es "una recuperación lenta y débil": según sus nuevas previsiones, revisadas a la baja, el crecimiento en 2012 se limitará al 1%.

El aumento de las tensiones financieras, el frenazo del crecimiento en Europa y la debilidad del crédito se cuentan entre los factores que han empeorado desde el anterior informe del servicio de estudios. Los síntomas más aparentes son el brusco deterioro del mercado laboral y la dificultad extrema para que la Administración cumpla su objetivo de déficit.

El departamento técnico del BBVA cree que la tasa de paro volverá a subir en el cuarto trimestre (22% frente al 21,5% que se alcanzó en verano). Y pronostica que el déficit público superará este año el 6,5% del PIB (cinco décimas más que el objetivo acordado con Bruselas) salvo "medidas adicionales" que, señaló Doménech, "ya solo pueden ser recortes de gasto" con tan poco tiempo por delante. El servicio de estudios de La Caixa es más pesimista, y según detalló ayer, cree que las cuentas públicas arrojarán un saldo negativo aún mayor, del 7,5% del PIB.

"Nunca antes ha sido tan determinante para la economía española lo que pasa fuera", indicó el economista jefe del BBVA, Jorge Sicilia, en referencia a la crisis europea que tiene ahora en Grecia e Italia sus principales focos de incertidumbre. Sicilia recalcó que las tensiones financieras en Europa son ya mayores que en la crisis financiera de 2008. Y que las medidas de inyección de liquidez establecidas por el BCE son solo un alivio temporal que no permite financiar la inversión de familias y empresas. Esas operaciones requieren que el acceso a liquidez a largo plazo esté asegurado, algo que ahora no ocurre ni por asomo.

Sicilia advirtió de que si estas tensiones financieras acaban siendo algo más que un choque temporal, los países de la zona euro van a la recesión de cabeza. Insistió en la necesidad de que los políticos europeos alumbren una solución global a la crisis en los mercados y relativizó los efectos de la recapitalización de la banca, ya muy criticada por el sector financiero español. El economista jefe del BBVA sostuvo que no afronta los problemas que se esconden en los balances de algunos bancos y algunos sectores financieros. Y resaltó que puede llevar a un recorte adicional en el crédito, aunque de los cálculos de su departamento se deriva un efecto muy limitado.

El servicio de estudios subraya que el deterioro económico obligará a acelerar la reestructuración del sector financiero español, que considera incompleta. Por lo pronto, obligará, según sus cálculos, a sanear balances por otros 60.000 millones de euros, al aflorar pérdidas no provisionadas aún en las carteras inmobiliarias por la devaluación continua de los activos.

El debate electoral celebrado unas horas antes se dejó notar en las preguntas. Sicilia se mostró poco partidario de la propuesta del candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, de retrasar el ajuste fiscal, sobre todo si no era pactado con todos los socios europeos. Pero achacó el mérito de que la prima de riesgo española reciba ahora menos castigo que la italiana a la credibilidad acumulada por el Gobierno socialista en el último año.

Ante las cuestiones, Doménech evocó la célebre frase de John F. Kennedy: "Hay que preguntarse qué puede hacer España por la zona euro". Como respuesta, propuso la batería de reformas -simplificar la contratación laboral, dar más poder a las empresas en la negociación colectiva, reglas fiscales estrictas, mejoras de la competitividad- que el servicio de estudios ha venido defendiendo en los últimos años.

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