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Perspectivas de crecimiento

La economía mundial, en plena forma

Europa confirma la recuperación y compensa una evolución más moderada en EE UU

La economía mundial vive su mejor ciclo de las últimas tres décadas. Según previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), este año crecerá un 5,1%, un ritmo que en los últimos 30 años sólo se vio superado en 2004. Para el año que viene, el aumento del PIB del planeta se moderará hasta el 4,9%. Europa confirma su recuperación, tras cinco años de atonía, y compensará la desaceleración de la economía estadounidense. La Comisión Europea estima que los 12 países de la zona euro crecerán este año un 2,5%, cuatro décimas más de lo previsto el pasado mayo, el mayor avance en el área desde 2000. A pesar del optimismo de las previsiones, la inflación y los desequilibrios externos siguen siendo riesgos que podrían empañar el panorama.

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La economía mundial avanzará más de lo previsto este año y cerrará en 2006 su quinto año consecutivo de fuerte crecimiento. Así se desprende las últimas cifras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) dará a conocer la semana que viene, en vísperas de la asamblea anual que la mencionada institución y el Banco Mundial celebrarán en Singapur el 16 y 17 de septiembre.

Según ha trascendido, a través de la agencia italiana Ansa, del último informe de Perspectivas Económicas Mundiales que elabora el FMI cada semestre, el PIB mundial crecerá este año un 5,1%, frente al 4,9% que estimaba la pasada primavera. Para 2007, sin embargo, el ritmo se moderará hasta el 4,9%, pero aun así la cifra es superior al 4,7% que el fondo calculaba hace unos meses.

China seguirá siendo el gran motor de la economía planetaria, con un crecimiento del 10% este año, cinco décimas por encima de lo previsto anteriormente. Por el contrario, el FMI ha recortado su estimación para EE UU, ya que ahora se espera que termine este ejercicio con un avance del 3%, frente al 3,4% que se anticipaba en primavera, según recoge la citada agencia italiana.

Pero la gran novedad es que el despegue de la economía europea ya es un hecho. El FMI anticipa un crecimiento en los 12 países de la zona euro del 2,4% para este año, cuando en abril la previsión se quedaba en el 2%. El organismo multilateral no hace sino confirmar el optimismo de otras instituciones respecto al Viejo Continente. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) fijaba el pasado martes sus expectativas en el 2,7% para los países que comparten la moneda europea, cinco décimas más de lo previsto el pasado mayo.

Ayer fue la Comisión Europea quien alimentó el optimismo: el crecimiento económico previsto para este año alcanzará el 2,7% en la Europa de los Veinticinco y del 2,5% para la zona euro, según las previsiones presentadas ayer por el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia. Las nuevas cifras suponen una mejora de 0,4 décimas, en ambos casos, sobre las previsiones de primavera. Se trata del crecimiento de la economía europea más intenso desde 2000.

Inversión y consumo

Los motores de esta recuperación son la inversión privada y el consumo interno. El primer factor creció durante el segundo trimestre de este año un 2% respecto a los tres meses anteriores. El resultado más relevante de esta mejora del panorama económico ha sido la reducción de desempleo, que ha bajado hasta el 8% en el conjunto de la Unión Europea y al 7,8% en la zona euro. Hace un año los parados representaban el 8,7% y 8,6% de la población activa, respectivamente en ambas zonas. El comisario se mostró abiertamente optimista sobre el futuro y señaló que "si hay que hacer alguna variación de estas previsiones será al alza". Sin ocultar su satisfacción por el tirón económico añadió: "Debemos irnos acostumbrando a que, a diferencia de los últimos años, ahora nuestras expectativas serán mejores que las de otras zonas". El salto cualitativo se produjo durante el segundo trimestre de este año, cuando Francia registró un fuerte tirón (1,1%) y Alemania y España (0,9%), respecto al trimestre anterior. En estos casos son cifras ya certificadas por Eurostat. Para el segundo semestre de este año la previsión de crecimiento es del 0,7%.

Almunia destacó "la resistencia de las economías europeas al fuerte crecimiento del petróleo, que desde principios de 2005 se ha encarecido en un 80%.

En relación con la inflación, el comisario mostró su satisfacción porque el mayor coste del petróleo no se había trasladado a los consumidores y la inflación subyacente se mantenía contenida. La inflación se situará este año en el 2,3%, una décima más que el año pasado.

Alemania, la economía de referencia de la UE, registrará también un importante avance al elevar su crecimiento hasta el 2,2%, frente al 1,7% previsto el pasado mayo. En el segundo semestre de este año se beneficiará de un aumento del consumo, debido a que se anticiparán muchas compras ante la subida del IVA de tres puntos porcentuales a partir del 1 de enero de 2007.

A juicio de Almunia, la subida del IVA en Alemania será neutral, "algo más de crecimiento este año, algo menos en 2007 y algo de repunte al año siguiente". Sin embargo, destacó que el incremento de la recaudación fiscal será muy saludable para las finanzas públicas. Francia (2,3%) e Italia (1,7%) también experimentan una mejora de su crecimiento de cuatro décimas.

Riesgos

A pesar de los favorables augurios, el horizonte económico no acaba de estar del todo despejado. La Dirección General de Asuntos Económicos de la Comisión, que anunciará sus previsiones definitivas en noviembre, advirtió de que no pueden descartarse nuevas subidas de los precios de petróleo. Existe también la preocupación de que se produzca un ajuste turbulento de los desequilibrios internacionales y tampoco se pierde de vista la posibilidad de una ralentización del mercado de la vivienda en los Estados Unidos.

El FMI comparte esos temores. El director gerente del FMI, Rodrigo Rato, valoró al martes con optimismo las previsiones de la economía mundial este año, pero reconoció que "hay más nubes en el horizonte que hace un año" y que "los riesgos inflacionistas son una preocupación".

Con todo, los expertos no ven motivos para la alarma. Gustavo Trillo, director de Gestión de JP Morgan, señala que la desaceleración de EE UU será positiva, puesto que, previsiblemente, la Reserva Federal no se verá obligada a subir tipos de forma drástica. De hecho, sólo podría quedar una nueva alza de tipos (ahora en el 5,25%) de un cuarto de punto. Al tiempo, el Banco Central Europeo (BCE) podrá seguir levantando el pie del acelerador monetario y elevar el tipo de interés -previsiblemente en dos ocasiones más- de la zona euro (3%) a medida que la economía crezca. José Luis Martínez, estratega de Citigroup en España, apunta el descenso del precio del crudo y la estabilización del precio de las materias primas como factores de tranquilidad.

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