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Menos emprendedores que nunca

La sequía de crédito deja la tasa emprendedora en el nivel más bajo desde 2000

La actividad emprendedora en España, es decir, la creación de nuevos negocios ya sea a basa de una empresa, un autónoma o una cooperativa, siempre ha sido baja con respecto a los países de su entorno. Pero el año pasado bajó a su tasa más baja desde el año 2000: solo el 4,3% de la población activa se había embarcado el año pasado en el impulso de un nuevo negocio, lo que supone una caída de casi un punto respecto a 2009, según el último informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) que IE Businesss School desarrolla para España. Además, seis de cada 10 emprendedores no habían creado ningún empleo (el año anterior fueron cuatro de cada 10), con lo que su proyecto es más bien una solución de autoempleo.

La sequía crediticia es el principal factor de la caída, según ha explicado hoy el director del estudio para España, Juan José Güemes, quien destaca que el crédito crece alrededor de un 20% para las administraciones públicas y apenas un 3% para familias y empresas. Al problema de acceso a la financiación se añaden las críticas a las cargas burocráticas e impositivas que, según el informe Doing Business del Banco Mundial, no dejan bien parada a España en el entrono internacional..

Güemes rechaza que el menor impulso de nuevos negocios en España tenga una base "genética y cultural", de hecho, las actitudes y valores que los encuestados muestran en el estudio no reflejan una mayor aversión al riesgo, por lo que la diferencia "se debe a las dificultades del entorno".

Pero ese mismo entorno frena menos a los extranjeros instalados en España. Según el informe, elaborado en base a una encuesta telefónica a 26.388 personas en edad activa, los foráneos procedentes de países en desarrollo han tenido en toda la serie una tasa de actividad emprendedora más alta que los nacidos en el territorio español (del 5% el año pasado) y los de países del resto de la Unión Europea más que la duplica (del 10,3% el año pasado).

También hay una brecha entre hombres y mujeres (la tasa masculina alcanza el 5,4% y la femenina queda en el 3,2%), una diferencia por sexo que se da en todos los países salvo Costa Rica y Ghana.

A grandes rasgos, "el perfil del emprendedor en España es el de un hombre de unos 36 años" cuyo proyecto se basa en una actividad de bajo nivel tecnológico y -mala noticia- en 2010 "es el año con el mayor número de nuevos negocios con cero empleados, es decir, que son mayoritariamente soluciones de autoempleo por el problema de paro", añade Güemes.

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