La especulación toma la iniciativa
La Bolsa española perdió ayer el 3,05% en su principal índice, el Ibex 35, para cerrar la sesión en 9.691,80 puntos. Los motivos que han llevado a los inversores a deshacer posiciones en la renta variable española son los mismos que hicieron subir la rentabilidad del bono a 10 años hasta el 4,93%, con 19 centésimas más que el día anterior.
En los mercados financieros todo el mundo sabe de sobra que el miedo es libre y que, al igual que "dinero llama a dinero", suele suceder que papel llama a papel. Pese a que los responsables de la economía española y de la UE repitieron una y otra vez que España no tiene nada que ver con Irlanda, los inversores parecen pensar que "no hay dos sin tres" y prefieren esperar acontecimientos con mayor liquidez en sus carteras.
Los dos grandes valores bancarios españoles volvieron a resultar muy castigados por los vendedores, con caídas del 4,73% en Santander y del 3,90% en BBVA. La banca mediana capeó mejor el temporal y sus recortes fueron inferiores a los del Ibex 35.
Las "posiciones cortas" sobre los valores bancarios resultan algo contradictorias con esos resultados, pues el Banco Santander ha visto reducido drásticamente en los tres últimos meses el saldo de títulos prestados que, al cierre del pasado lunes, era de 601 millones de acciones, desde 1.069 millones a finales de agosto. El BBVA y el Banco Popular, sin embargo, registran subidas en esos saldos, pasando el primero de 478 millones de acciones a finales de agosto a 562 millones el lunes, mientras que el Banco Popular tenía 188 millones de títulos prestados en el verano por 247 millones al inicio de esta semana. Las ventas a corto explican solo una pequeña parte, la más interesada, de la presión vendedora sobre los productos financieros españoles, debiéndose el resto a la inercia de una situación mal conducida desde la UE, según opinan varios observadores.
Técnicamente, el Ibex 35 se encamina hacia los mínimos anuales del pasado mes de junio, cuando la forma de llevar la crisis de Grecia ya provocó la desbandada inversora en los países periféricos de la UE. En aquella ocasión el Ibex 35 marcó un mínimo de 8.563,60 puntos, nivel que muchos analistas no creen que se alcance en esta ocasión, incluso contando con la capacidad de presión de la especulación.
En el Mercado Continuo se negociaron ayer 4.806,18 millones de euros.
