_
_
_
_
_
El agravamiento de la crisis

La falta de acuerdo sobre la banca obliga a aplazar la cumbre de la UE

Alemania y Francia mantienen las discrepancias sobre el uso del Fondo Europeo de Estabilización para fortalecer a las entidades financieras

Andreu Missé

La crisis de la banca y la deuda soberana en Europa registró ayer un nuevo agravamiento. En una decisión de la que no se recuerdan precedentes, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, se vio obligado ayer a aplazar la cumbre europea, prevista para los próximos días 17 y 18, hasta el 23 de octubre. La razón fundamental es la falta de acuerdo sobre la forma de recapitalizar los bancos europeos. También están en la agenda caliente del consejo la aprobación del sexto tramo de ayuda a Grecia, por unos 8.000 millones y la remodelación de la participación de los bancos en el segundo rescate a este país.

Las autoridades europeas habían negado primero la necesidad de inyectar más capital a las entidades europeas cuando, a finales de agosto, fueron requeridos para ello por la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde. Funcionarios del FMI cifraron en unos 200.000 millones las necesidades de recapitalización de la banca europea. Poco a poco, a partir de la reunión de los ministros de Economía celebrada en Wroclaw (Polonia) el pasado 16 de septiembre, a la que asistió excepcionalmente el secretario de Estado del Tesoro Tim Geithner, los líderes europeos han ido aceptando esta realidad.

La inyección de capital a la banca asciende a 304.000 millones desde 2008
Garantías y compra de activos dañados suman otros 900.000 millones
Más información
La crisis de Dexia fuerza la dimisión de su presidente
Eslovaquia rechaza la ampliación del fondo de rescate y provoca la caída del Gobierno
Europa planea endurecer las exigencias de capital a la banca

Ahora, la discusión, sobre todo entre París y Berlín, se centra en cómo se concreta la recapitalización de las entidades financieras y si se realiza de forma coordinada. La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés Nicolas Sarkozy, que mantuvieron un encuentro el pasado domingo para resolver sus discrepancias, coinciden en que primero sean los bancos los que traten de obtener más fondos en el mercado de capitales y solo después de agotar esta vía, acudan al sector público si no logran cubrir sus necesidades.

Las diferencias entre Francia y Alemania se encuentran en la forma en que debe participar el sector público. Para Berlín, primero se debe actuar con los fondos públicos nacionales de cada país, y solo en última instancia cuando un Gobierno carezca de recursos suficientes se puede acudir al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). Para Sarkozy el orden de la intervención pública deber ser primero el FEEF y después los recursos nacionales. El presidente francés teme que un recargo en las cuentas públicas nacionales pueda poner en riesgo la máxima calificación crediticia de su país. En un comunicado, Van Rompuy justificaba el aplazamiento una semana porque "nos permitirá finalizar nuestra estrategia global para la crisis de deuda soberana en la zona euro, incluyendo un número de asuntos interrelacionados". El texto precisa que "se necesitan elementos adicionales para afrontar la situación de Grecia, la recapitalización de la banca y el refuerzo de las herramientas del Fondo Europeo de Estabilización (FEEF)".

Todos estos aspectos están estrechamente relacionados con el resultado de la misión de la troika (Comisión Europea, Banco central Europeo y FMI) en Grecia sobre "el estado de implementación del programa y los planes de la Comisión Europea sobre el marco de la recapitalización bancaria, teniendo en cuenta el trabajo de la Autoridad bancaria Europea".

Para preparar la cumbre se celebrarán sendas reuniones del Eurogrupo y el Ecofín (reunión de ministros de Economía y Finanzas), de las que todavía no se han precisado las fechas.

Las necesidades de capitalización de los bancos europeos se cifran entre 100.000 y 230.000 millones. Desde 2008, ya han recibido 304.000 millones en inyecciones de capital, además de otras ayudas en forma de garantías y compra de activos dañados por una cuantía de otros 900.000 millones. Según el vicepresidente de la Comisión, y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, desde octubre de 2008, Comisión ha tomado decisiones para reestructurar 25 bancos y la liquidación ordenada de 11. Actualmente, la Comisión está trabajando en la reestructuración de otros 21 bancos "y no podemos excluir que este número pueda crecer en el futuro próximo".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_