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El fracaso del pacto de la leche agrava la crisis en el sector

Competencia receló de los contratos de precios en la industria

La gran distribución ha mantenido la leche como producto reclamo a bajos precios presionando a las industrias. La mayor parte de las empresas lácteas no han promovido los contratos de suministro con los ganaderos. Y el sector productor ha percibido unos precios por debajo de los compromisos asumidos entre las partes.

Estos han sido los principales resultados del pacto para el cambio en el sector de la leche suscrito en julio de 2009 entre la Administración central, las patronales de la gran distribución, la Federación de Industrias Lácteas, las organizaciones agrarias y las Cooperativas Agroalimentarias. El resultado ha sido el agravamiento de la crisis en el sector, donde los bajos precios, lejos de los costes de producción, siguen empujando al abandono de los ganaderos.

Desde los intereses de los ganaderos, en el pacto se contemplaba la necesidad de desarrollar una política de contratos con las industrias con unos precios de referencia basados en los 0,28 euros pagados en Francia más los costes de transporte a España, lo que suponía llegar a una media de 0,30 euros litro. Pero los precios experimentaron inicialmente un ligero incremento para bajar posteriormente y situarse en una media de 0,28 euros, con cotizaciones en periodos muy puntuales a precios de saldo. La mayor parte de las industrias no han apoyado la firma de contratos, salvo grupos como Puleva y Pascual.

Por su parte, los grandes grupos de distribución se comprometían a dejar de utilizar la leche con su marca propia a precios bajos como reclamo y a comprar solamente leche a empresas que estuvieran comprando la materia prima en el campo bajo contrato y a los precios mínimos de referencia. Pero no ha sido así.

El Grupo de Alto Nivel en Bruselas defiende el desarrollo de una política de contratos entre ganaderos e industrias, precios incluidos. En España, la Comisión Nacional de la Competencia emitió un informe en el que arroja serias dudas y amenazas sobre la legalidad de este tipo de contratos entre las partes.

Protesta de ganaderos contra la gran distribución, el pasado mayo en Madrid.
Protesta de ganaderos contra la gran distribución, el pasado mayo en Madrid.ULY MARTÍN

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