_
_
_
_
_

La francesa Christine Lagarde se encumbra a la dirección del FMI

El nombramiento mantiene el monopolio europeo al frente del organismo

Christine Lagarde se convirtió ayer en la undécima figura europea en dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI) después de que el consejo ejecutivo del organismo decidiera por consenso que la ministra francesa de Finanzas es la persona adecuada para pilotar el organismo en este momento tan delicado de la coyuntura global. Su mandato de cinco años arranca el 5 de julio.

Se mantiene así la vieja prerrogativa de que una personalidad europea dirija el organismo con sede en Washington. Es la misma regla no escrita que garantiza a Estado Unidos la presidencia del Banco Mundial, la institución gemela nacida en 1944 de los acuerdos de Bretton Woods. Pero hay un doble cambio de matiz en esta ya lejana tradición, que los más críticos ven como una coronación: por primera vez no es un varón ni un economista.

Aseguró que no estaría en el cargo para defender ningún país o región
Tiene un gran dominio del inglés y un amplio prestigio internacional
La aún ministra de Finanzas de Francia se impone al mexicano Carstens
El respaldo de EE UU precipitó la decisión del consejo ejecutivo

La aún ministra francesa, de 55 años, emergió desde el primer momento como favorita para suceder a su compatriota Dominique Strauss-Kahn, quien ha dimitido antes de culminar su mandato porque afronta un juicio por un presunto delito de agresión sexual. Astuta, elegante y con gran personalidad, la política francesa es sobradamente respetada -y conocida- dentro y fuera de su país. Aún así, lanzó una intensa campaña global para asegurar que se llevaba el puesto.

Competía por el cargo con Agustín Carstens, presidente del Banco de México y número tres del Fondo entre 2003 y 2006. Era la primera vez que un candidato europeo tenía un rival creíble que representaba el creciente poder de los países emergentes en la escena global. Con Carstens esperaban romper el monopolio europeo en la cabeza del Fondo.

No fue así. EE UU, principal contribuyente del FMI, enseñó sus cartas horas antes de la reunión final del consejo ejecutivo. El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, anunciaba entonces oficialmente su apoyo a Christine Largade, sobre la que ya dijo la semana pasada que era una persona con un talento excepcional y con el liderazgo necesario para comandar el organismo.

Sus credenciales van por delante. Lagarde domina el inglés. Tras la muerte de su padre, estudió un año en EE UU. Volvió al país años después, en 1981, para trabajar para la firma de abogados Baker & McKenzie, que llegó a presidir. Antes de asumir la cartera de Finanzas en el Ejecutivo francés, fue nombrada ministra de Comercio en 2005.

Al apoyo de EE UU se le sumaron minutos después Rusia y Brasil. China ya lo hizo en la víspera. Eso dio casi por seguro que Lagarde sería coronada en el caso de que fuera necesario un voto. La decisión final de sus 24 miembros se adoptó por consenso. La francesa debe demostrar que no favorece a los países europeos.

El nombramiento se hizo público coincidiendo con nuevos enfrentamientos en Grecia, que debe votar el plan de austeridad que exigen Bruselas y el Fondo como condición para recibir ayudas. Lagarde ha advertido que aplicará mano dura. Ayer, en su primera declaración como directora gerente, reclamó a la oposición griega que "se sume a un acuerdo con el partido que está en el poder porque de ello depende el destino del país" y prometió continuidad en el fondo.

El problema de la deuda soberana griega está poniendo a prueba la legitimidad y efectividad del FMI como órgano de resolución de crisis. Para que no se ponga eso en cuestión, debe ser independiente. Lagarde reiteró que no está para defender los intereses de ningún país o región. "Será mi principal reto que la institución siga sirviendo a todos sus miembros con la misma atención y la misma determinación".

Agustín Carstens no dudó en la capacidad de liderazgo de su rival. Lo mismo dijo el presidente del presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick. El mexicano pidió que siga adelante con los progresos realizados hasta ahora para "asegurar la cohesión y eficiencia del organismo". El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, destacó el "papel decisivo" que Lagarde ha desempeñado durante la crisis. Los países europeos lo celebraron. La vicepresidenta económica español, Elena Salgado, valoró la designación por el hecho "de ser mujer y de ser tan inteligente".

El cambio que emprendió Strauss-Kahn en el FMI permitió dar más peso a los países emergentes, restando poder a EE UU y Europa. Pero China, Brasil e India consideran aún que sus economías no están bien representadas y quieren más influencia. La atención se dirige al próximo relevo en el Banco Mundial, cuya presidencia controla EE UU.

Christine Lagarde sigue la sesión de la Asamblea Nacional francesa, ayer en parís.
Christine Lagarde sigue la sesión de la Asamblea Nacional francesa, ayer en parís.CHARLES PLATIAU (REUTERS)

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_