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El fuerte aumento de los pagos eleva el déficit al 5,7% del PIB

El Gobierno cree que la Seguridad Social cerrará con un superávit del 0,7%

Justo un día después de la presentación de los Presupuestos para 2010, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, descubrió las entrañas de las cuentas del Estado. Su déficit, la diferencia entre gastos e ingresos, se engrosa imparablemente. Hasta agosto, los números rojos se situaron en 60.340 millones de euros en contabilidad nacional, cuatro veces más que el año pasado en la misma fecha. La cifra equivale ya al 5,73% del producto interior bruto (PIB).

Hace ya meses que el Gobierno abandonó la rigidez presupuestaria que blandía el año anterior. La escalada del déficit responde a un permanente deterioro de la recaudación (un 18,2% menos), pero sobre todo a un extraordinario aumento del gasto (25,9%), forzado por medidas anticrisis, como el Fondo Estatal de Inversión Local (5.500 millones), o las prestaciones adicionales por desempleo (11.508 millones). El Gobierno asegura que sin los estímulos fiscales se habrían recaudado 9.572 millones de euros más.

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El hecho es que la crisis ha hecho estragos en la recaudación de impuestos. En los ocho primeros meses la destrucción de empleo se ha saldado con una caída del 12,5% en el impuesto sobre la renta. Lo mismo ocurre con el bajón del consumo, que hasta el verano ha tumbado un 38,4% la recaudación por IVA. Por el contrario, la fuente de ingresos por impuestos especiales se mantuvo, con un ligero descenso del 2,7%, gracias al aumento de la fiscalidad que el Gobierno aprobó el pasado mes de junio.

Ocaña desveló, por otra parte, que 438 ayuntamientos se han endeudado para financiar su déficit, tal y como autorizó el Gobierno, el 58% de los beneficiarios potenciales. El importe de las operaciones es de 2.323 millones.

La caída de precios, por su parte, ha mejorado las expectativas sobre las cuentas de la Seguridad Social. El fatídico comienzo de año para el empleo obligó a corregir a la baja la previsión de superávit inicial, que pasó del 0,8% del PIB a una banda que rondaba el 0,3% y el 0,4%. Pero la bajada de los precios ha traído una buena nueva, y ha llevado de nuevo al instituto público a revisar su previsión de superávit, esta vez al alza. Queda en el 0,7%.

El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, explicó ayer en la presentación de los Presupuestos para 2010 que la evolución de precios en 2009 ha hecho que el organismo que dirige no se vea obligado a realizar desembolso alguno para compensar la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas este año. En 2008, la desviación de precios consolidó en las pensiones de 2009 por 320 millones. Granado recalcó que éste será el primer año en la última década en que los pensionistas ganarán poder de compra, al resultar la inflación de noviembre, la que se toma como referencia, previsiblemente, inferior al 2%.

Lo que no va nada bien es la recaudación por cotizaciones sociales. El desplome del empleo y, por consiguiente, de la afiliación llevará los ingresos hasta los 106.363 millones, 6.000 menos de lo presupuestado.

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