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La gasolina ha bajado la mitad que el barril de petróleo

Las estaciones acusan a las compañías de "imponer" los precios

El precio de la gasolina sin plomo ha bajado la mitad que el barril de petróleo en un mes, lo que está avivando la guerra de las gasolineras contra las compañías petroleras. Las estaciones de servicio acusan a los operadores, y muy particularmente a Repsol YPF y Cepsa, que controlan casi el 70% del mercado, de "imponer" los precios. En todo caso, los precios no se determinan en función del valor del barril de crudo brent, que ha caído un 20% en un mes, sino de las cotizaciones internacionales de los carburantes.

"Cada día recibo ocho ofertas. La mejor sólo varía un céntimo por litro de la más cara"

El precio del barril de petróleo brent, el de referencia en Europa, ha acumulado un descenso del 20% en un mes y ha caído hasta 62,30 dólares por barril, el nivel más bajo desde marzo. ¿Se traslada el precio internacional del crudo al surtidor? La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) asegura que no y lamenta que "mientras los incrementos del precio del petróleo se repercuten de forma automática, las bajadas tardan mucho en llegar y nunca hasta el nivel que deberían producirse". Un análisis más minucioso, sin embargo, indica que la relación existe, aunque, ciertamente, en proporciones distintas.

Desde principio de agosto, el precio medio de la gasolina 95 ha bajado casi un 10% (nueve céntimos), hasta situarse el viernes en 1,031 euros por litro en una céntrica gasolinera Repsol del Eixample barcelonés. El del gasóleo, apenas ha descendido (dos céntimos), 0,989 euros.

Las compañías petroleras y expertos del sector explican que las evoluciones del crudo y el carburante no se pueden comparar: "Responden a mercados distintos". ¿Cuál es, entonces el proceso de composición de precios, desde la extracción de petróleo hasta su venta al consumidor? Los precios se forman en función de distintas variables. Las primeras son las cotizaciones internacionales. La referencia de los carburantes no es el brent, sino su cotización diaria en los mercados de Génova (para la zona del mediterráneo) y Rotterdam (noroeste de Europa). Este valor, que lleva incorporado el coste del proceso de refino, es el que que pagan los productores, una especie de mercado interbancario. Se conoce como precio platts porque informa la agencia Platts.

Las compañías añaden el margen de distribución y comercialización y, finalmente, el Gobierno grava. En España los impuestos representan el 52% del precio final de venta al público, entre los especiales, hidrocarburos (incluido el céntimo sanitario en varias comunidades autónomas) y el IVA.

"Comparar la cotización internacional con el precio del carburante final es un grave error porque influye mucho los impuestos", se defiende el director general de la Asociación de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), Álvaro Mazarrasa. Repsol YPF remitió este diario a las explicaciones de la AOP.

Pero dada que la fiscalidad se conoce, al no variar de un día para otro, la clave está en el margen de distribución y comercialización que aplican las compañías, y que varía, según el Ministerio de Industria, en función de la localización geográfica, de las relaciones entre los operadores y las estacione de servicio, de las promociones comerciales...Factores todos ellos relacionados con la competencia.

Vicente Nacher, asesor a la presidencia de la Confederación de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) y dueño de dos gasolineras en Valencia, calculaba el miércoles: "Al precio platts de ayer [por el martes], el gasóleo debería estar a 93 céntimos y está a 97 y la gasolina de 95 octanos, a 98 céntimos y está a más de un euro".

"Está muy clarito: el sector petrolero funciona en régimen de oligopolio", asegura Roberto Centeno, ex consejero delegado de Campsa y catedrático de Economía de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). "Para que un mercado funcione correctamente, el primer operador no puede tener más del 30% de cuota y la suma de los dos primeros no pude superar el 40%", añade. Repsol tiene el 45% y Cepsa más del 23%.

En España hay alrededor de 8.500 estaciones de servicio, de las que 3.500 pertenecen al grupo Repsol (Campsa, Petronor), 1.800 a Cepsa, un millar a British Petroleum (BP) y el resto se reparten entre el resto de operadores. Un millar de ellas son gasolineras blancas o no abanderadas: independientes, sin contrato ni imagen de ninguna compañía.

La experiencia de Nacher confirma la tesis de Centeno. Una de las dos gasolineras de este valenciano es blanca, lo que le debería permitir comprar el carburante al mejor postor. "Cada tarde recibo ocho faxes con la cotización y la diferencia entre la mejor y la peor oferta sólo varía 18 euros por metro cúbico, un céntimo por litro. Precios impuestos".

El margen de las estaciones independientes no baja de ocho céntimos de euro por litro, el doble que el de las abanderadas, que es fijo y se lo marca su petrolera, que "recomienda" el precio a diario. Las gasolineras reclaman la libertad de precios, en cumplimento con varias sentencias de la Comisión Europea.

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