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Análisis:Economía global
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Esperando la reforma de la negociación colectiva

Si los horarios y calendarios se respetasen en España, debería haber dedicado esta página de coyuntura a comentar los acuerdos sobre la reforma de la negociación colectiva a los que hubieran llegado los sindicatos y las organizaciones empresariales. Pero ya sabemos que esa no es una de nuestras virtudes nacionales. Quizá muchos piensen -así lo piensan, incluso, algunos miembros del Gobierno- que incumplir los calendarios en unas semanas no es importante siempre que al final haya un buen resultado. Puede, pero hay que recordar que en este caso no estamos incumpliendo una cita cualquiera, sino una ley, pues la fecha del 19 de marzo para concluir estas negociaciones la marcaba la última Ley de Reforma del Mercado Laboral. Incumplir las leyes, algo a lo que de forma creciente se están acostumbrando nuestros dirigentes, ya no me parece tan relativo.

Un sistema flexible de formación de salarios y rentas es imprescindible en una unión monetaria
La demanda interna sigue cayendo y el poco crecimiento viene del sector industrial que exporta
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El Gobierno solo esperará una semana más para el acuerdo sobre convenios

La reforma de la negociación colectiva es una de las más importantes de las que se están acometiendo en España en el último año. Los negociadores y los dirigentes políticos deberían tener en cuenta que un sistema flexible de formación de salarios y otras rentas que no impida el progreso real de los mismos (sería absurdo pretender que siempre los salarios perdieran poder adquisitivo), pero que permita su adecuación a la coyuntura general, o de cada empresa en particular en cada momento, es una condición indispensable para formar parte de una unión monetaria. Estas reformas deberían haberse hecho, en España y en todos los países que pretendían ser candidatos a la UEM, antes de la integración, pero no se hicieron, entre otras cosas, porque entonces pocos países se hubieran integrado en el euro y el nacimiento de este hubiera sido casi inviable. En su lugar, se establecieron unos requisitos para pasar el examen, que ahora se ha visto que eran totalmente insuficientes, sobre todo porque esos requisitos solo se exigieron para entrar, pero no para permanecer.

Así, España pasó (por chiripa) el requisito de situar la inflación por debajo de la media de los tres mejores países más 1,5 puntos, pero luego casi nunca lo ha cumplido. También se acordó el Pacto de Estabilidad como regla de disciplina fiscal, pero tampoco esto ha servido para mucho. La crisis de la deuda soberana, que ha afectado a la misma viabilidad del euro, ha puesto al descubierto los pobres cimientos sobre los que se asentó la unión monetaria. Ahora se trata de reforzarlos. Por eso no tienen sentido los argumentos de que estas reformas y medidas de ajuste son una imposición de Alemania o de Bruselas a los países que necesitan ayuda financiera. Son reglas para todos y aprobadas voluntariamente por todos. La sociedad española y, sobre todo, sus dirigentes deberían tener muy claro que, en la actual coyuntura, solo hay dos alternativas: o tomar las medidas que nos permitan progresar dentro del euro, o salirnos del euro. Si permanecemos en el euro sin adecuar las reglas de funcionamiento de nuestra economía, lo pasaremos mal, nosotros y nuestros nietos.

Mientras se aclaran estas cosas, los indicadores que se van conociendo mes a mes son muy claros en describirnos una economía bajo el síndrome de los ajustes fiscales, financieros, de costes y de otros tipos que se están llevando a cabo. En los gráficos adjuntos se muestran algunos de los publicados esta semana. Fueron muy buenas las cifras de negocios y entrada de pedidos de la industria del mes de enero. Las primeras vienen creciendo casi ininterrumpidamente desde el segundo trimestre de 2009 y han recuperado ya prácticamente la mitad de lo perdido durante la recesión. En cambio, las cifras de negocios del sector servicios muestran un crecimiento muy débil en los últimos meses y su nivel es prácticamente el mismo que el mínimo del segundo trimestre de 2009. Dentro de los servicios, el turismo es el que mejores cifras presenta en el último año, pero ello es debido al aumento de la afluencia de extranjeros, ya que el consumo turístico de los españoles ha vuelto a tasas negativas en los últimos meses. Por último, la foto del comercio exterior de enero muestra una fiesta exportadora, aunque también importadora. Lo que nos dice toda esta información es que la demanda interna española sigue cayendo y que el poco crecimiento de la economía viene del sector industrial que exporta. Así va a ser el resto del año.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).

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