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Análisis:coyuntura nacional
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Previsiones 2011-2012

Tras los datos de la Contabilidad Nacional conocidos la semana anterior, en Funcas hemos procedido a revisar las previsiones para la economía española para lo que resta de este año y el siguiente. También la OCDE ha publicado sus previsiones de primavera, al igual que hizo la Comisión Europea hace dos semanas. Las diferencias no son muy significativas. Todos coincidimos en que a la economía española le va a costar coger el ritmo potencial. Como he comentado en esta página en otras ocasiones, los diversos y profundos procesos de ajuste a que está sometida nuestra economía suponen un freno al crecimiento a corto plazo, aunque no por eso hay que aminorar la marcha de los mismos o dejarlos para más adelante, pues sin ellos simplemente la economía no funcionaría y lo más probable es que acabara en bancarrota. Lo que sorprende es que algunos no vean esto claro y se resistan, basándose en conservar un statu quo adquirido en el pasado, a introducir las reformas que saquen a la economía, y sobre todo al mercado laboral, de la crítica situación en que se encuentra.

La demanda nacional caerá este año un 1%, así que el crecimiento pasa por el sector exterior
En esas condiciones, el empleo apenas puede aumentar y, en media anual, aún caerá este año

El contexto internacional en que se va a desenvolver la economía española en estos dos años puede calificarse como positivo, aunque con grandes riesgos, sobre todo el desarrollo de la crisis de la deuda en Europa y sus repercusiones directas e indirectas. También el encarecimiento de las materias primas, y la consiguiente inflación, es un obstáculo importante. Pero, por lo que respecta al crecimiento de los países de nuestro entorno, y por tanto, a la capacidad de arrastre sobre nuestra economía, las previsiones son favorables: la zona del euro va a crecer ligeramente por encima del 2% y EE UU, entre el 2,5% y el 3%. Por supuesto, los países emergentes, más del doble de estas cifras.

Volviendo a España, el PIB del primer trimestre fue una décima porcentual superior a lo previsto, lo que, sin apenas modificar las previsiones anteriores para el resto del año, nos ha llevado a revisar al alza el crecimiento medio anual en una décima, hasta el 0,9%. También las previsiones para 2012 se revisan en una décima, hasta el 1,5%. Como se ve en el gráfico superior izquierdo, se espera una progresiva aceleración de las tasas trimestrales, desde un 0,2% en el segundo trimestre de este año hasta el 0,5% a finales de 2012. Este segundo trimestre del año en curso pinta flojo, sobre todo si lo comparamos con el mismo del año anterior, que se vio favorecido por el adelanto de gastos en consumo e inversión ante la subida del IVA en julio y el fin de las ayudas a la compra de automóviles.

En 2011 todo el crecimiento va a venir de la aportación de la demanda externa neta, ya que la demanda nacional va a caer de nuevo en una tasa cercana al 1%, peor de lo que se esperaba anteriormente. El consumo se va a mantener prácticamente plano, debido a la caída que va a sufrir la renta de las familias, tanto en términos nominales como, sobre todo, reales por el aumento de la inflación. Aun así, la tasa de ahorro de las familias va a seguir disminuyendo hasta situarse en los niveles previos a la crisis. La evolución de la inversión en capital fijo va a seguir siendo dispar, según componentes: moderada recuperación de la inversión en equipo, desaceleración de la caída de la construcción de viviendas y profunda caída de la obra civil pública. Por lo que respecta al sector exterior, se revisa notablemente al alza el crecimiento de las exportaciones y, con él, la aportación de la demanda externa neta al crecimiento. En 2012, esta aportación seguirá siendo fundamental, aunque inferior a la de este año, si bien ello se verá más que compensado por el suave repunte de la demanda nacional.

En estas condiciones, el empleo apenas puede aumentar. Se espera que empiece a crecer ya en la segunda mitad de este año en términos intertrimestrales, pero en media anual aún registrará una caída del 1%. Para 2012 se espera un crecimiento del 0,5% (85.000 ocupados más). En cuanto a la tasa de paro, la gran incógnita es el comportamiento que registre la fuerza laboral. Si esta se mantiene estable, la tasa de paro corregida de estacionalidad iniciaría un suave descenso a partir del tercer trimestre de este año para acabar en torno al 20% al finalizar 2012.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).

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