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Tribuna:coyuntura nacional
Tribuna
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El embrollo de las cifras del paro

Todavía no habíamos acabado de digerir los malos datos de la EPA del primer trimestre del año, cuando el Ministerio de Trabajo publicó las cifras de parados registrados en las oficinas de empleo y de afiliados a la Seguridad Social de abril, con resultados totalmente contrarios a la EPA. A veces las estadísticas nos someten a una especie de ducha escocesa y son difíciles de entender, sobre todo si no se publican y explican como se debe. El hecho de que los datos estén confeccionados con metodologías estadísticas distintas y que se refieran a momentos diferentes, y por tanto, con factores estacionales también diferentes, explican casi todas las discrepancias. Pero bien analizadas, las estadísticas son coherentes.

La tendencia del paro al alza no ha cambiado. La novedad de abril es que se ha moderado la intensidad El 80% de la diferencia de datos entre EPA y paro registrado se concentra en los inmigrantes

Comenzando por el paro, la EPA dio un fuerte aumento en el primer trimestre (213.500 personas), pero la mayor parte del mismo se explicaba por factores estacionales. Corregida la estacionalidad, dicho aumento fue de unas 50.000. La media del paro registrado de los tres primeros meses del año en estos mismos términos da también un aumento de unas 30.000 personas. La diferencia, pues, no es mucha teniendo en cuenta la diferente procedencia y metodología de los datos y que estamos hablando de un colectivo de casi cinco millones de personas. En abril la estacionalidad cambia radicalmente respecto de los primeros meses del año, y eso explica que el paro registrado haya disminuido en 64.300 personas respecto al mes anterior. Cuando salga la EPA del segundo trimestre también veremos descender el paro estimado por la misma. Pero esa disminución del paro registrado se trueca en un aumento de 7.000 personas cuando desestacionalizamos las cifras. Es decir, la tendencia del paro al alza no ha cambiado [gráfico superior izquierdo]. La novedad de abril es que esta tendencia ha moderado su intensidad, lo que quizá se explique por el distinto calendario de la Semana Santa en este año y en el anterior, pues aunque los métodos de corrección del calendario tienen en cuenta estos fenómenos, no son perfectos del todo.

Aparte de la dirección y cuantía de las variaciones del paro, otro punto que ha suscitado controversia desde siempre es la diferencia en el nivel o número de parados entre el paro estimado por la EPA y el paro registrado [gráfico superior derecho]. Sucede en todos los países que disponen de estas dos formas de medir el paro. En el primer trimestre del año dicha diferencia ascendía a 622.000 personas. Casi el 40% de la misma obedece a la distinta definición de parado en ambas fuentes. De hecho, el Ministerio de Trabajo publica una cifra de parados denominada DENOS (demandantes de empleo no ocupados) que incluye a colectivos que el paro registrado deja fuera de su definición. Los DENOS superan a los parados registrados en unas 250.000 personas. Al analizar los datos por colectivos, vemos que más del 80% de la diferencia entre la EPA y el paro registrado en el primer trimestre se concentró en la población extranjera. A falta de analizar este hecho con más profundidad, parece que este colectivo no acude mucho por las oficinas públicas de empleo, quizá porque estén en la ilegalidad.

También los datos de afiliación a la Seguridad Social pusieron un contrapunto a la EPA, al aumentar en 81.447 personas. Casi todo este aumento es de carácter estacional, pero la buena noticia es que, incluso desestacionalizando las cifras, la afiliación aumenta en casi 14.000. Es probable que esta cifra esté muy condicionada por el calendario de la Semana Santa, pero pudiera indicar que la fase de destrucción de empleo esté llegando a su fin. Se sigue perdiendo empleo en la industria, aunque a ritmos ya moderados, y sobre todo en la construcción, pero se intensifica la creación de empleo en los servicios, ayudada por el buen inicio de la temporada turística.

Además de los datos comentados, la semana terminó con una importante noticia, la estimación por el Banco de España del crecimiento del PIB en el primer trimestre, que ha situado en el 0,2%, la misma tasa que en el trimestre anterior. No tiene mucho interés hablar de décimas, pero esta cifra parece cogida por los pelos, sobre todo después de conocer la EPA del primer trimestre y el pésimo dato de producción industrial de marzo. Veremos qué dice el INE.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).

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