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Crónica:Economía global | CARTA DEL CORRESPONSAL / Londres
Crónica
Texto informativo con interpretación

Una española en la City

La City de Londres tiene fama de machista. El anuncio de que Ana Patricia Botín sustituirá al portugués António Horta-Osório al frente del negocio británico del Santander ha reflejado esas pulsiones machistas. O quizá las más o menos discretas reticencias generadas por su nombramiento no hacen más que reflejar otro de los vicios de la City: su tendencia a cuestionar a aquellas personas a las que no conoce, sea cual sea su tarjeta de presentación. A fin de cuentas, lo que de verdad se adquiere en Oxford y Cambridge no es conocimiento, sino una red de relaciones personales.

No es que Botín haya sido mal recibida, pero su llegada ha sorprendido. En los medios se ha impuesto la idea de que Lloyds ha hecho una gran operación al fichar a Horta-Osório y, aun reconociendo la capacidad y experiencia de Botín, la cuestionan por ser la hija del presidente y porque llega cuando se acaba de anunciar la próxima salida a Bolsa del negocio británico, con la que esperan captar recursos de 4.000 millones de libras (4.700 millones de euros).

La llegada de Ana Patricia Botín a Londres despierta reticencias
La City tiene fama de machista y desconfía de quienes no conoce
Es cuestionada por algunos por ser la hija del presidente del Santander

"A pesar de su fabuloso currículo y de ser la hija del presidente del grupo, es una desconocida en la City. Los inversores necesitan un nombre conocido si han de pagar un alto precio por las acciones", ha advertido The Independent on Sunday. "Lo que es una buena noticia para Lloyds es un golpe para el Santander. La pérdida de su consejero delegado tiene que paralizar la emisión", sostiene el comentarista Damian Reece en The Daily Telegraph. Pero el propio Reece recuerda que aquellos que en su día criticaron al magnate Rupert Murdoch por colocar a su hijo al frente de la rama televisiva de su negocio británico "acabaron siendo puestos en evidencia con el tiempo".

Esa comparación es válida solo en parte. Las denuncias de nepotismo se dieron sobre todo en febrero de 2003, cuando James Murdoch, con solo 30 años de edad y apenas 7 de experiencia laboral, fue nombrado director de BSkyB, el negocio británico del patriarca. Pero ya no hubo tales críticas cuando en 2007 asumió la responsabilidad del desarrollo del negocio estratégico de todo el grupo paterno, News Corporation, en Europa, Asia y Oriente Próximo.

A sus 50 años y después de haber dirigido Banesto, la llegada de Patricia Botín al Santander UK se parece más al ascenso de James Murdoch en 2007 que a su nombramiento de 2003. "Los inversores se pueden sentir un poco preocupados por las implicaciones que puede tener para la gestión corporativa del Santander", sostiene, sin embargo, un gestor de fondos de inversión citado también por el Telegraph. "Tiene un gran prestigio en los círculos bancarios. Banesto es uno de los mejores bancos del mercado español. Conoce muy bien sus asuntos y ha hecho allí un gran trabajo", opina en el mismo artículo un analista de la City.

Estas dudas responden en parte a una genuina reticencia a que la hija del presidente del Grupo Santander gestione uno de los grandes bancos del país, pero también a la tradicional desconfianza hacia quien aún no conocen y a las pulsiones machistas de la City.

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