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Reportaje:Economía global

La excepción se llama Polonia

El tirón del consumo y los fondos europeos salvan al país de la recesión en 2009

Cristina Galindo

Polonia abrazó el capitalismo hace sólo dos décadas, pero ya ha conseguido dar una lección a las grandes economías europeas. El producto interior bruto (PIB) del antiguo país comunista fue el único de la UE que creció el año pasado, mientras gigantes como Reino Unido, Alemania y Francia se hundían en los números rojos. La fortaleza de la economía polaca le ha permitido aguantar el huracán de la crisis.

Los analistas señalan varias razones para explicar que lo haya hecho mejor que los demás. En primer lugar, las exportaciones sólo representan un 40% del PIB, un peso muy inferior al de otros países emergentes de Europa central y del este. "La economía polaca siempre ha sido relativamente cerrada, y eso ha limitado el impacto de una crisis internacional como ésta", explica en conversación telefónica Jakub Borowski, economista jefe de Invest Bank.

Es la única economía de la UE cuyo PIB creció el año pasado
El Gobierno se enfrenta al elevado déficit y a la falta de infraestructuras

Junto a este blindaje, también ha beneficiado a Polonia el tirón del consumo interno, la depreciación -no descontrolada- de su moneda, el zloty, que ha favorecido las ventas al exterior, y la llegada de fondos europeos, que han compensado la caída de la inversión privada. Con 2.000 kilómetros de carreteras planificadas para 2012 (por ejemplo, una autovía que unirá Berlín y Varsovia), los grandes proyectos de infraestructuras son una de las claves de la resistencia polaca. "La Eurocopa 2012, que se celebrará en Polonia y Ucrania, ha servido para evitar que el temor a la crisis paralizara los proyectos, que son de vital importancia para el futuro económico", añade Borowski.

Las causas de la excepción polaca no acaban ahí. El paro ha crecido, pero menos que en otros países europeos y, en lo político, el país goza de una gran estabilidad -un Gobierno de centroderecha con mayoría parlamentaria-, un fenómeno muy poco habitual entre sus vecinos ex comunistas. "Polonia es más resistente a la crisis de las instituciones financieras internacionales porque su economía está basada en los fundamentos sólidos de pequeñas y medianas empresas que son muy activas en el mercado nacional", añade Zbigniew Pisarski, presidente de la Fundación Casimir Pulaski. "Otra razón es el hecho de que el sistema bancario es restrictivo y requiere a las entidades que operan en Polonia que aseguren sus operaciones en los mercados internacionales, lo que ha protegido al sistema de la deuda de alto riesgo de EE UU", afirma.

Otros analistas añaden otro elemento que explica la bonanza: que se ha hecho a costa de elevar el déficit público, que amenaza con convertirse en el principal problema para el Gobierno de Varsovia. "Una de las razones por las que Polonia lo está haciendo mejor que otros países es porque las autoridades han proporcionado más estímulos fiscales, frente a otros países que se han centrado más en controlar el déficit", opina Pasquale Diana, analista de Morgan Stanley.

Desde su ingreso en la Unión Europea, en mayo de 2004, Polonia ha crecido a buen ritmo (una media del 5% anual, salvo el año pasado, que oficialmente creció un 1,7%, por encima de lo previsto por el Fondo Monetario Internacional). En 2008, la economía polaca ocupaba el puesto 18 en la clasificación mundial, y ya es la novena de la UE. Desde su ingreso en el club comunitario, el PIB por habitante ha pasado del 50% al 56% de la media europea, pese a que los salarios siguen siendo bajos (800 euros de media).

Todo ello lo ha hecho manteniendo relativamente a raya el déficit público. Así que el Gobierno ha tenido cierto margen para hacer frente a la crisis, pero a costa de las cuentas públicas, que se han resentido por la caída de los ingresos fiscales y el aumento del gasto en prestaciones sociales. El déficit, que estaba en el 1,9% en 2007, escaló al 6% el año pasado y hasta el 7% en 2010, según la previsión oficial.

"El déficit es probablemente la mayor preocupación de los mercados ahora mismo. Ha ido creciendo de forma estable durante los últimos años, por encima de las previsiones oficiales. Se debe a una combinación de políticas fiscales de apoyo a la economía y también por la desaceleración económica", afirma Pasquale Diana.

El objetivo del Gobierno es reducir el déficit al 3% en 2012, para intentar entrar en la zona euro entre 2014 y 2015. Para conseguirlo, acaba de anunciar un plan para limitar el gasto público y acelerar el plan de privatizaciones, por el que el Gobierno prevé ingresar 37.000 millones de zloty (9.000 millones de euros) entre 2009 y 2010, algo que, a la vista de la coyuntura económica, no parece nada fácil. -

Reformas para ser un 'tigre'

Nadie niega en Polonia que el país necesita reformas. La burocracia es un lastre, y la red de carreteras es una de las más obsoletas de la UE. Ése ha sido uno de los motivos por los que la inversión extranjera ha sido inferior en Polonia que en otros países emergentes de la región, como la República Checa y Eslovaquia.

"Polonia no es un tigre todavía, porque necesita llevar a cabo reformas en las pensiones, en las infraestructuras...", explica Jakub Borowski, de Invest Bank. Impulsar la investigación y modernizar la educación son otros de los puntos pendientes.

La decisión del primer ministro, Donald Tusk, de no presentarse a las elecciones presidenciales del otoño y centrarse en el Gobierno ha sido bien recibida por los mercados. Los críticos afirmaban que el Ejecutivo no ponía en marcha medidas impopulares por temor a que perjudicara al partido en el poder, la Plataforma Cívica (liberales de centroderecha), en los comicios presidenciales.

"El verdadero poder en Polonia recae sobre el primer ministro y no en el presidente, y sería arriesgado cambiar ahora al primer ministro, a la vista de lo que ha conseguido", opina Zbigniew Pisarski, de la Fundación Casimir Pulaski.

Los analistas coinciden en que Polonia sigue teniendo un atractivo para los inversores, con un mercado de 38 millones de personas y uno de los costes laborales más bajos de la UE. En la región, sólo el mercado laboral de Rumania es más barato. "Tras 2012, Polonia será un tigre", afirma Borowski. -

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Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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