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Reportaje:economía global

Los expertos no atinan

Las predicciones sobre la evolución del PIB español raramente aciertan

Carmen Sánchez-Silva

Fallan y vuelven a fallar. Cada vez menos, pero los dardos siguen sin dar en la diana. Los analistas que realizan las previsiones económicas usadas como base para que las empresas elaboren sus presupuestos anuales y decidan sus inversiones o contrataciones no son infalibles. De hecho, el PIB español se comportó de forma más favorable en 2010 de lo que apuntaban las proyecciones de entidades públicas y privadas, nacionales y extranjeras. Justamente al contrario de lo que ocurrió en 2009, cuando todas pecaron de un optimismo desbordante.

La Diana de la escuela de negocios Esade, elaborada sobre la base de las previsiones económicas de 17 instituciones recogidas en el Panel Funcas, pone sobre la mesa el grado de acierto de los analistas. Quienes más se han aproximado con sus pronósticos al PIB real de 2010 han sido La Caixa, el Gobierno y Ceprede, que vaticinaban caídas de entre una y dos décimas superiores a la baja del 0,1% que finalmente se ha registrado. Los más desacertados fueron Caja Madrid, el Instituto Flores de Lemus de la Universidad Carlos III de Madrid y el Instituto de Estudios Económicos.

A pesar de los fallos, los márgenes de error han bajado significativamente

"El año pasado las instituciones se acercaron mucho en sus proyecciones. Supieron marcar la tendencia y anticipar un punto de inflexión en un ciclo económico que pasaba de bajar el 3,7% al 0,1%", explica Fernando Trías de Bes, profesor de Esade y artífice de la Diana. "Ha sido un año muy complejo, por estar en mitad de la crisis y porque el Gobierno ha adoptado decisiones que hasta ahora no había tomado. El consenso del mercado decía que el PIB iba a caer un 0,6%, y el Gobierno, que lo haría un 0,3%", señala Ángel Estrada, director general de análisis macroeconómico del Ministerio de Economía.

Como estadístico, Estrada opina que la Diana de Esade es una herramienta fundamental para saber el porqué de los errores en las previsiones y corregirlos. Y explica dónde fallaron los pronósticos para 2010: el consumo privado fue muy superior al previsto, lo mismo que la inversión en bienes de equipo y las exportaciones. "Todo el mundo pensó que íbamos a perder competitividad, y no la perdimos", analiza. "Los que han ido peor de lo estimado", continúa, "han sido el consumo público y la construcción".

Ángel Laborda, director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), añade: "El crecimiento del comercio mundial se ha duplicado, y los analistas de todo el mundo nos quedamos cortos en las previsiones. En la eurozona las desviaciones que se han producido sobre el PIB de 2010 han sido mayores que las españolas".

Y la verdad es que se han moderado mucho respecto al año pasado, cuando la crisis llevó al PIB a descender un 3,7%, mientras las entidades predictoras se equivocaban en cuatro puntos, no en décimas como en 2010.

¿Qué pasará con los pronósticos para este año? El Panel Funcas sitúa el consenso del mercado en un crecimiento económico del 0,8%, con oscilaciones menores a un punto entre las distintas instituciones, parecidas a las del pasado ejercicio. Del lado más optimista, el Gobierno, con un 1,3%.

Pero sus pronósticos, como los de las 16 instituciones restantes, se hicieron antes de las revueltas en los países árabes y de la escalada del precio del petróleo que han provocado. José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney -la entidad con mayor margen de acierto en la Diana de Esade entre 2008 y 2010, cuando la posición del Gobierno, el FMI y la OCDE se situaron en el furgón de cola-, señala que va a revisar dos décimas a la baja su estimación de crecimiento del PIB del 1,2% para 2011. Funcas, de momento, mantendrá la suya (aumento del 0,8%), según Laborda, pese a los riesgos que provocan el alza del petróleo y la anunciada subida de los tipos de interés.

Para el director general de Economía, no es tan importante que suban los tipos de interés como que la prima de riesgo de España baje. También minimiza el efecto de la subida del petróleo en la economía española. "Tenemos que estar preparados para los escenarios más adversos, pero no es con los que trabajamos ahora. Y el encarecimiento del petróleo tiene menor impacto sobre el crecimiento que sobre el déficit, que aumentó cerca de un punto el año pasado por ello". Y también sostiene que el grado de acierto que ha tenido el Gobierno con sus previsiones en 2010 le ha dado credibilidad, tanta "como para que nadie se cuestione que vamos a alcanzar el objetivo del 6% del déficit".

"Dependemos también de las decisiones que tome el eurogrupo en su reunión de dentro de dos semanas", agregan Díez y Laborda, quienes no ven riesgo ni de recesión ni de recaída en la eurozona. Estrada mantiene que las mayores preocupaciones para España proceden del entorno internacional, pues "los datos de la coyuntura doméstica están bastante bien". En su opinión, el país ha ganado credibilidad en el exterior, aunque esta semana Moody's haya rebajado la calificación de solvencia de España.

Al final, todos coinciden en que nos encontramos ante una fase de expansión moderada de la economía nacional. El año que viene comprobaremos el grado de acierto de sus pronósticos.

La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado.
La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado.CLAUDIO ÁLVAREZ

Lucha por el prestigio

Entre 2008 y 2010, la OCDE y el FMI fueron las instituciones que más errores cometieron a la hora de predecir el comportamiento del PIB español. Por eso, los responsables de los centros de análisis nacionales encargados de cocinar los datos de coyuntura se quejan de que se les de más credibilidad a estos organismos extranjeros que a los propios. Los economistas extranjeros tienen menos conocimiento que los españoles del panorama nacional, aunque aportan un análisis de conjunto, pues estudian más de 100 países, lo que les proporciona un valor añadido, aseguran.

Pero no todo son fallos.

De hecho, en 2010 (cuando la OCDE y el FMI quedaron en los puestos 10º y 12º de la Diana de Esade) se aproximaron bastante más en su estimación sobre la tasa de paro que alcanzaría España en 2010 de lo que lo hicieron la mayoría de los centros de predicción nacionales.

Entre septiembre y noviembre de 2009, la OCDE y el FMI pronosticaron que el desempleo alcanzaría el 19,8% y el 20,2%, respectivamente. La Comisión Europea vaticinó entonces que superaría el 20%. Entonces, el Gobierno español situaba la tasa en un increíble 18,5%. Y Funcas revisó su pronóstico del 20,5% para dejarlo en el 19,8%. Cerró el año. Llegaron los datos oficiales y la tasa de paro se colocó en el 20,1%, como decían el FMI y la CE.

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Sobre la firma

Carmen Sánchez-Silva
Es redactora del suplemento Negocios. Está especializada en Economía (empleo, gestión, educación, turismo, igualdad de género). Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Previamente trabajó en La Gaceta de los Negocios, Cinco Días, Ranking, Mercado e Ideas y Negocios. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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