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El grifo del crédito también se cierra para los grupos políticos

Las cajas elevan los préstamos a instituciones, pero los recortan a los partidos

El grifo del crédito no sólo gotea para las familias y para las empresas. Aún más podrían quejarse los partidos políticos. En 2008, las cajas informaron de que la inversión crediticia, pese a la percepción general de sequía debido los incrementos espectaculares que registró en año de bonanza económica, todavía creció: lo hizo un 7%. Ese mismo año el importe de las operaciones de crédito a los partidos políticos por parte de las principales cajas de ahorros se desplomó. No así el dinero prestado a instituciones como ayuntamientos, diputaciones o gobiernos autonómicos dirigidos por esos mismos partidos, que creció un 26%, según la CECA, la patronal de las cajas.

Así se desprende de los informes anuales de gobierno corporativo que estas entidades -que representan medio sistema financiero español pero que, a diferencia de los bancos, son las únicas obligadas a reportar sobre el dinero que prestan a los partidos- han ido enviando en las últimas semanas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

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El año 2008 estuvo marcado por la celebración de las elecciones generales. Los partidos suelen ir a la banca para que les avance dinero para las campañas, y, a posteriori, reciben dinero público para cubrir gastos de campaña según los votos y escaños obtenidos. De ahí que las entidades financieras, que sólo prestan a quien cree que puede devolverles lo prestado, estén considerados fantásticos institutos de prospectiva electoral.

No todas las cajas han informado aún de los créditos concedidos, pero sí lo han hecho la mayoría de las grandes. La mayor, La Caixa, concedió en 2008 casi 9 millones de euros en créditos a partidos, cerca de la mitad de lo que suman todas las operaciones correspondientes a 2007 (17,54 millones). Los nacionalistas de CiU fueron los que más dinero obtuvieron (4,8 millones), seguidos de los ecosocialistas catalanes, con 3,19. Estas cifras corresponden sólo a las operaciones de 2008, no al saldo total de créditos a grupos políticos pendientes de pago que tiene La Caixa, que roza los 44 millones de euros (17,6 de ellos, de CiU y los socialistas del PSC arrastran sus 7,1 millones).

La segunda mayor caja de España, Caja Madrid, prestó 602.000 euros a los partidos. Y eso es casi un 43% menos que el año anterior. De ellos, 400.000 corresponden a Izquierda Unida (IU). Ahora bien, esta entidad incrementó un 70,7% los créditos a ayuntamientos que han participado en la elección de sus consejeros generales, sobre todo al de Madrid, gobernado por el PP, (pasó de 95 millones a 251 millones de un año a otro).

El recorte en el caso de Bancaja fue del 90%, aunque en este caso los importes son muy inferiores (en 2008 sólo se concedieron 110.000 euros al PSOE, que a 31 de diciembre tenía el mayor saldo pendiente, de 3,73 millones). La institución que más dinero le debe a esta entidad es la Generalitat valenciana (PP): 150,3 millones. El gobierno autónomo valenciano fue también beneficiario de crédito, con 24,53 millones en 2008, de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).

Caixa Catalunya, cuya entidad fundadora es la Diputación de Barcelona (PSC), dio más dinero en 2008 a los partidos que conforman CiU (2,1 millones), pero el mismo año incrementó un 55,8% el dinero total concedido a instituciones, hasta los 113,83 millones. En muchos casos, se trata de ayuntamientos gobernados por socialistas, como Sabadell, Badalona, Mataró o L'Hospitalet de Llobregat. El retroceso de los créditos a partidos fue también muy acusado en Caixa Galicia (-78,5%), BBK (-51,52%), Caixa Penedès (-52,4%) o Caja España (-83%).

En España existen 45 cajas, aunque en el sector se respira que disminuirá el número de actores a raíz de esta crisis, mediante fusiones. El intento frustrado de unión entre Unicaja y Caja Castilla La Mancha (ahora intervenida por el Banco de España) fue el primer escarceo.

Las cajas están obligadas por ley a informar de los créditos a partidos desde hace cinco años. Fue una de las últimas decisiones del Gobierno del PP, en medio de la polvareda que levantó el asalto de Gas Natural (controlada por La Caixa) sobre Iberdrola. En su momento, hubo quejas por la discriminación frente a los bancos, pero ahora fuentes del sector alardean de "transparencia, porque dar créditos a partidos no está prohibido". La memoria de la CECA constata que el peso de operaciones con grupos políticos es muy pequeño en comparación con el crédito total: en 2007 apenas supuso un 0,0051% del total. No hay aún datos globales de 2008. La proporción es de 43,5 millones para partidos frente a 847.262 millones de crédito total.

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