El iPhone que no llega

En Polonia, Orange reconoció hace una semana que había contratado actores para que hicieran cola para comprar el iPhone. La operadora francesa trata de crear interés artificialmente ante la apatía de los consumidores polacos por el teléfono de Apple.

En España, la historia es muy diferente. Aquí son los clientes y no los actores los que están dispuestos a hacer cola y a pagar luego hasta 359 euros por adquirir el terminal más famoso del mundo. Desde que se pusiera a la venta en España el pasado 11 de julio, la expectación por el iPhone no ha decaído. La consecuencia es que estos aparatos, comercializados en exclusiva por Telefónica, llegan con cuentagotas a las tiendas autorizadas (alrededor de 1.500), donde se siguen formando colas, y, sobre todo, listas de espera.

Apple quiere producir 150.000 unidades al día para atender la demanda

El culpable de esta escasez no es Telefónica, sino Apple, que no es capaz de abastecer la demanda del mercado. El fabricante estadounidense produce 150.000 iPhone 3G diarios, que debe distribuir entre más de 50 países, en lo que están incluidos los principales mercados, con Estados Unidos, Japón y la Unión Europea. Además, el pasado 22 de agosto comenzó a comercializarse en la mayor parte de países latinoamericanos.

Un estudio de campo realizado por este diario con llamadas a más de 50 tiendas de todo el país arroja las siguientes conclusiones: si usted está muy interesado en conseguir un iPhone, vaya a la tienda principal de Telefónica de su ciudad y tenga paciencia. En los establecimientos más pequeños de la red comercial de la operadora o en otros centros ajenos a Telefónica, como El Corte Inglés, apenas llegan terminales.

De las 50 tiendas a las que se llamó, que incluían las principales de Telefónica y los centros de El Corte Inglés más concurridos, el 70% no disponía de iPhone en el momento de las llamadas, realizadas entre el 25 y el 27 de agosto.

En Madrid era donde menos problemas había. La tienda principal de Telefónica en la antigua sede de Gran Vía, 28 está permanentemente abastecida de terminales, tanto de 8 como de 16 gigabytes. También tenían existencias en locales menos céntricos (como los situados en las calles del General Ricardos y de Bravo Murillo).

Sin embargo, la situación es distinta en otras grandes capitales, en donde ni siquiera las tiendas más grandes de la operadora disponen de iPhone. Por ejemplo, no había ni un solo terminal en el céntrico establecimiento de la calle de Sants de Barcelona, ni en la de la plaza del Ayuntamiento de Valencia, Francisco de Goya de Zaragoza o en la calle Nervión o la Plaza Nueva de Sevilla. En alguno de estos centros, hacía más de dos semanas que no recibían ningún terminal. En provincias más pequeñas, la situación es muy variada. Por ejemplo, se puede encontrar fácilmente en Soria o Lugo, y hay que apuntarse en lista de espera de más de dos semanas en Jaén (plaza de Coca).

Fuera de la red de tiendas de Telefónica es una tarea casi imposible hacerse con el iPhone. Tan sólo en El Corte Inglés y en algunas tiendas de la cadena K Tuin, especializada en productos de Apple, se puede encontrar con suerte algún terminal.

Pese a la espera o la indolencia consumista de los polacos, el iPhone está resultando hasta el momento un éxito comercial, hasta el punto de que Apple ha decidido apretar el acelerador. La compañía esperaba vender alrededor de 30 millones de unidades en todo el mundo en un año (hasta julio de 2009), pero ha replanteado sus previsiones, y ahora se propone como objetivo los 40 millones. Nadie, salvo la propia Telefónica, sabe cuántos iPhone se han vendido en España. La única referencia es que T-Mobile, la principal operadora alemana, ha colocado 75.000 en Alemania desde el pasado 11 de julio. Extrapolando la población de ambos países, las ventas en España rondarían los 40.000 terminales.