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La inflación se frena en febrero tras cinco meses de fuerte subida

El 4,4% adelantado por el INE se mantiene en el máximo nivel en 13 años

Alejandro Bolaños

Los precios subieron en febrero un 4,4% respecto al mismo mes de 2007, según el indicador adelantado que el Instituto Nacional de Estadística remitió ayer a Bruselas. Es la tasa interanual más abultada de los últimos 13 años. Pero también es la primera vez desde agosto que la inflación no echa más leña al fuego: el dato avanzado repite el que ya se produjo en enero.

El Gobierno reitera que el alza de los precios se moderará a partir de ahora
"La situación es peor de lo que se piensa", opone Manuel Pizarro

Desde el verano a aquí, los precios no habían parado de subir, en un vertiginoso ascenso que ha colocado a la inflación entre las mayores preocupaciones ciudadanas y en uno de los asuntos recurrentes de la campaña electoral. En sólo cinco meses, el IPC pasó de su valor mínimo en esta legislatura (2,2%) a niveles que no se alcanzaban desde finales de 1995.

En enero, el IPC reflejó un incremento del 4,3%, mientras que el índice armonizado que se usa para la comparación europea llegó al 4,4%. Esta discrepancia entre ambos indicadores ocurre algunas veces y se debe a ligeras variaciones en la cesta de bienes y servicios que se utiliza. Pero en ambos casos reflejan una inflación que no se había alcanzado en 13 años. Para confirmar el avance del índice armonizado, que es lo que se publicó ayer, y el IPC de febrero habrá que esperar aún 15 días.

El PP y el PSOE coincidieron en que el avance de febrero es un "mal dato", pero a partir de ahí todo fueron sonoras discrepancias con la cita del 9-M como telón de fondo. Manuel Pizarro, número dos por Madrid del PP, mantuvo que si la inflación no baja de los elevados niveles en los que se encuentra ahora que el consumo se está moderando es que "la situación es peor de lo que se piensa". Por su parte, el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, puso el acento en que la tendencia al alza se ha quebrado: "Todo indica que a partir de ahora la inflación va a descender".

La cuestión radica ahora en saber si febrero será sólo una pausa en la escalada de precios o si este repunte de la inflación ha tocado techo, como sostiene el Gobierno. El Ministerio de Economía basa su predicción en que la diferencia entre lo que cuesta el barril del petróleo (66 euros) y lo que valía hace 12 meses (unos 45), empieza a estrecharse porque el año pasado el crudo empezó a subir de precio por estas fechas. En el caso de los alimentos, el otro foco inflacionista en los últimos meses, el debilitamiento del efecto escalón tendrá que aguardar al verano, que es cuando los precios de los cereales se dispararon en 2007.

A diferencia de lo que ocurre con el crecimiento económico, los analistas respaldan el vaticinio del Gobierno. Funcas, el Instituto Flores de Lemus o Caixa Catalunya coinciden en apostar porque el IPC de febrero será igual o menor al de enero. Y, a partir de ahí, la inflación se moderará hasta niveles cercanos al 3% a finales de año.

Lo que puede trastocar las previsiones de analistas y Gobierno es precisamente la marcha del mercado de materias primas. Porque sus cálculos se basan en que el precio del petróleo y los cereales dejarán de crecer al elevado ritmo del año pasado. Y eso está por ver: en lo que va de 2008, el petróleo se ha encarecido un 3%, y el trigo un 18%.

La presión sobre los precios ha resucitado la tradicional brecha entre la inflación de la zona euro y la de España. Todas las economías europeas han sufrido el repunte de las materias primas, y el nivel de inflación está en máximos desde que se creó la unión monetaria (3,2%). Pero el diferencial con España se ha ampliado a 1,2 puntos porcentuales.

Las estadísticas reflejan que, como es habitual por su dependencia del petróleo, la economía española ha sufrido en mayor medida que el resto de países europeos el alza del crudo. El precio del litro de la gasolina sin plomo superó esta semana los 1,128 euros, cerca del máximo histórico de julio de 2006. Y el gasóleo se encaramó a 1,083 euros. La subida acumulada en los dos primeros meses del año es del 3% y del 3,6%, respectivamente.

Pero España también es el país de la zona euro en el que más suben los alimentos, sólo por detrás de Malta y Eslovenia. Una circunstancia sin explicación aparente, a la espera de lo que dictamine la Comisión de Defensa de la Competencia sobre supuestos pactos de precios en la industria alimentaria o la distribución españolas.

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