La inspección fiscal calcula que el 90% de los bares y restaurantes de Portugal evade impuestos
El equipo de la Policía Judicial y de la Inspección Tributaria portugués que investiga el fraude fiscal en bares, discotecas y restaurantes ha descubierto que cerca del 90% de esos establecimientos públicos usan claves o programas informáticos específicos para crear contabilidades paralelas y evadir impuestos. El sistema más común de evasión, que los investigadores cifran ya en un mínimo de 50 millones de euros, logra ocultar facturas y recibos al fisco mediante una clave que se introduce en las cajas registradoras: "Al meter esa clave en la registradora, se para el rollo de impresión oficial y la máquina sigue imprimiendo recibos de venta que siempre tienen el mismo número y que no dejan rastro", explicó ayer una fuente de la investigación.
Según los organismos fiscalizadores, muchos bares, cafés, restaurantes y discotecas del país recurren también a Internet y a la informática para evadir impuestos. Por un lado, en la Red hay a la venta un total de ocho programas de software distintos a disposición de los empresarios de restauración que deseen disminuir artificialmente sus cajas; por otro, dos empresas nacionales, situadas según la policía en la población norteña de Póvoa de Varzim, ofrecen varios programas de software específicos.
En total, han sido ya vendidos e instalados al menos 25.000 de esos programas anti-Hacienda. El de más éxito se llama Disco, y ha despachado ya 4.000 copias. Disco permite a las discotecas y bares incorporar a sus bases de datos una sencilla aplicación, llamada "ver.exe" o "ver.log", que disminuye la facturación real a voluntad.
La policía y la Inspección Tributaria ya han detectado 400 restaurantes que usaban el programa informático de contabilidad paralela creado por dos empresas de Póvoa de Varzim. Ahora, se intenta determinar la identidad de los autores del software colocado en Internet, que al parecer es más popular.
En total, han sido ya encontrados 50 millones de euros de facturas ocultas. Pero los números, dice Hacienda, pueden acabar siendo muy superiores a medida que sean analizadas las cuentas de las distintas empresas del ramo.
