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La liberalización de las telecomunicaciones y la energía, principal reto del Gobierno en 2001

Ramón Muñoz

El proceso más adelantado es el de las telecomunicaciones. Ayer, 1 de enero, se completó oficialmente su liberalización total con la apertura del bucle local, la parte de la red que llega a los domicilios de los abonados y de cuyo monopolio ha disfrutado Telefónica durante más de setenta años.

De acuerdo al mandato expreso de Bruselas, desde ayer, todos los usuarios que lo deseen pueden elegir compañía telefónica sin necesidad de modificar la instalación ni de cambiar de número. En España, por el momento, los ciudadanos no podrán ejercer este derecho hasta, al menos, dentro de tres meses, periodo que calcula Telefónica que tardará en disponer técnicamente las centrales y la redes para que puedan ser utilizadas por su competidores.

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En cuanto a la telefonía móvil, aunque el sector está completamente liberalizado, el Gobierno tiene este año que tomar una decisión crucial, la de fijar las bases del concurso para la concesión de dos nuevas licencias de telefonía de segunda generación (GSM) que, en la práctica, definirá el número de compañías y las condiciones en las que se disputarán el mercado no sólo ahora, sino cuando se desarrolle la telefonía multimedia (UMTS).

Las incógnitas que se ciernen sobre la telefonía móvil no acaban ahí. Las compañías ultiman la presentación de un recurso judicial contra el aumento de la tasa por el uso del espacio radioeléctrico, que le reportará al Estado este año 160.000 millones de pesetas. Además, la Audiencia Nacional debe decidir el próximo 12 de enero si suspende cautelarmente el resultado del concurso por el que se otorgaron cuatro licencias en marzo de 2000 a Telefónica Móviles, Airtel, Amena y Xfera.

A todos estos contenciosos se unirá el hecho de que el próximo 1 de agosto las operadoras deben comenzar a ofrecer servicios de UMTS, una tecnología que permite transmitir imágenes y la conexión a Internet a gran velocidad a través del móvil. Según los fabricantes de equipos, ese plazo, dado por el Gobierno cuando otorgó las licencias, se antoja inviable porque para entonces ni las redes ni los terminales estarán preparados. Además, el regulador debe resolver el conflicto de las tarifas de interconexión, lo que pagan las operadoras por utilizar la red de Telefónica, una competencia que, a partir de este año, recaerá en la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones.

Otra de las asignaturas pendientes para el ejercicio que comienza será la generalización de la tarifa plana de Internet sin límites horarios.

La liberalización del sector energético va más despacio. Según el calendario pactado entre el Gobierno y las compañías eléctricas, los usuarios domésticos no podrán elegir compañía hasta 2007, por lo que este año, como el pasado, sólo los llamadas clientes cualificados (medianas y grandes empresas) podrán tener esa facilidad. El Gobierno estima que del total de consumidores que pueden acceder libremente al mercado, que representan una demanda de en torno al 54% del consumo total, ejerzan el derecho a la libre contratación cerca del 33% de ese consumo.

Ese escenario podría cambiar radicalmente si la Comisión Europea dictamina desfavorablemente sobre los Costes de Transición a la Competencia (CTC) de 1,3 billones de pesetas concedidos por el Ejecutivo a las eléctricas como ayudas por la liberalización. Un proceso pendiente también de la autorización de la macrofusión entre Endesa e Iberdrola, cuya última palabra la tiene el Tribunal de Defensa de la Competencia, y sobre la que puede resolver en los próximos días.

Los órganos de competencia también deben decidir antes de mediados de año sobre el expediente abierto a las petroleras ante los indicios de que existe un presunto pacto de los precios de los combustibles.

Con todo, la liberalización ya se ha dejado sentir este año en forma de revisiones tarifarias, al perder el Ejecutivo muchas de sus anteriores prerrogativas en materia de precios. Estas son la principales modificaciones:

- Luz. Los consumidores domésticos verán reducida su factura un 4% desde el 1 de enero. Se congelan las tarifas de las pequeñas empresas que no pueden elegir suministrador y se suben un 1,5% para las medianas y grandes empresas.

- Teléfono. La cuota de abono mensual de Telefónica aumentará 200 pesetas durante el año (en sendas subidas de 100 pesetas en marzo y en agosto) para alcanzar las 1.742 pesetas. Paralelamente, la operadora reducirá el precio de las llamadas de larga distancia (interprovincial, provincial e internacional). Las de fijo a móvil bajarán una media del 13% a lo largo del año, al aplicar Telefónica Móviles una rebaja del 17% a las operadoras de telefonía fija que utilizan sus redes.

- Correos. Desde ayer, los sellos para enviar una carta dentro de España pasan de 35 a 40 pesetas, y los envíos al extranjero, de 70 a 75 pesetas. La subida media del conjunto de servicios postales sube un 4,7%.

- Transporte. Los autocares de línea regular de viajeros suben sus tarifas máximas un 2%, mientras que el transporte de mercancías por carretera aumentará un 5%. Las tarifas del transporte público urbano varían según las ciudades, aunque se registarán importantes aumentos en algunas capitales como Madrid, que sube el 7,27% de media sus precios. Renfe ha solicitado un aumento de tarifas del 2% para largo recorrido y regionales, del 2,5% para el AVE y del 3% para cercanías. Los nuevos precios pueden estar vigentes a partir del 15 de enero. Iberia y las demás compañías aéreas han anunciado también su intención de aumentar las tarifas a lo largo del año, mientras que la naviera Trasmediterránea va a solicitar autorización para subir las suyas hasta un 5%.

Fomento del consumo

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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