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El agravamiento de la crisis

Wall Street arrastra a las Bolsas europeas y hunde al Ibex

El índice español cierra su tercera jornada con fuertes pérdidas y cae a su nivel más bajo desde marzo de 2009 en un nuevo día aciago en los parqués.- La prima modera su mejora aunque mantiene el tono positivo

Otro mal día para apostar en Bolsa. Tras transitar durante buena parte de la mañana en terreno de las ganancias, las Bolsas europeas han acabado la jornada en pérdidas por la apertura a la baja de Wall Street, con lo que han dado continuidad al batacazo de ayer, cuando sufrieron recortes de hasta el 5%. Los motivos que explican la desbandada de inversores son los mismos: el miedo a una recaída en la recesión y el temor a la quiebra de Grecia. De hecho, el retroceso de Nueva York se explica porque el principal parqué estadounidense, que el lunes estuvo cerrado por festivo, ha cotizado hoy con fuertes descensos de hasta el 2,7% el castigo que los inversores propinaron ayer a los principales índices bursátiles internacionales, con lo que la tendencia bajista se está retroalimentando a partir de lo que está sucediendo a ambos lados del Atlántico.

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Por lo que respecta a España, el selectivo Ibex 35 se ha colocado entre los más afectados por el nuevo desplome. Así, la Bolsa española, que ayer ya se quedó al borde de los 8.000 puntos tras ceder un 4,7%, ha cerrado hoy con un nuevo descenso del 1,69%, con lo que acumula un desplome del 9,4% desde el viernes. Además, por culpa de este nuevo correctivo, el índice español ha bajado a un mínimo anual de 7.926 puntos, un nivel que no tocaba desde finales de marzo de 2009. Por nombres propios, la gran mayoría de valores ha acabado la jornada en negativo aunque los mayores descensos han sido para Sacyr, con un recorte superior al 5,3% y Caixabank, que se ha dejado algo menos de un 4%. El resto de bancos, un sector que ha pasado de nuevo al centro de la diana de los inversores en toda Europa, también ha cerrado en rojo, aunque con descensos más moderados que ayer.

En cuanto a lo que ha sucedido en el resto de plazas de referencia del Viejo Continente, París ha acabado dejándose un 1%, Fráncfort un 1,13% y Milán un 1,98% pese a que al igual que ha sucedido con el Ibex habían logrado recuperarse durante buena parte de la mañana. Londres, por su parte, ha esquivado el castigo con una subida del 1,06%.

Quien tampoco se ha recuperado del susto de la víspera durante todo el día ha sido el euro, que seguía perdiendo posiciones frente al dólar y se movía en torno a los 1,40 unidades del billete verde pese a las declaraciones de Barroso de madrugada. Con respecto al franco suizo, no obstante, sí ha recuperado posiciones tras la decisión del Banco Central de Suiza de fijar un cambio mínimo entre ambas monedas.

Pese a las leves variaciones positivas en las Bolsas de por la mañana, las preocupaciones no habían desaparecido del horizonte inversor, amenazado en diversos frentes, tal y como ha quedado demostrado tras la apertura en rojo en Wall Street. "La inquietud por el crecimiento mundial ha aumentado tras los últimos datos macro que se han conocido, y al mercado le sigue preocupando la deuda soberana europea y el sector bancario de la región", ha dicho a Reuters Flemming Barton, analista de renta variable de CM Capital Markets en Madrid.

Recorte de la prima de riesgo

En la deuda, donde la delicada situación de Grecia volvió ayer a disparar las alarmas sobre las dificultades para dejar atrás la crisis, la prima de riesgo de España, que es el sobreprecio exigido a sus bonos a 10 años frente a los alemanes, de referencia por su estabilidad, también ha empezado el día de hoy con una mejora. Eso sí, antes del alivio, el indicador, considerado como el mejor termómetro de la confianza en las finanzas de un determinado país, ha tocado los 345 puntos básicos, cuatro por encima de su nivel de ayer. Sin embargo, a partir de las 09.00 ha empezado a retroceder tímidamente y, aunque ha llegado a bajar en más de 12 puntos básicos hasta los 328, por la tarde moderaba la mejora a 8 puntos básicos y se quedaba en los 333.

La prima de Italia ha registrado una evolución similar y se mantiene sobre los 360 puntos básicos (364, siete menos), mientras Portugal era el único país de los llamados periféricos del euro que veía empeorar su situación en lo que respecta a la prima de riesgo.

En el panorama europeo la atención seguía en el temor a una menor disciplina fiscal en Grecia e Italia, cuando el Parlamento italiano se dispone a debatir el polémico paquete de austeridad propuesto por el Gobierno para alejar las dudas sobre la sostenibilidad de sus finanzas públicas.

Antes de la apertura en Europa, los mercados asiáticos se han resentido de la pésima jornada de ayer, aunque con caídas más moderadas que las registradas en el Viejo Continente. El índice Hang Seng de la Bolsa de valores de Hong Kong bajó un 0,9% al cierre tras abrir con un recorte del 1,21%. El Nikkei de Tokio cayó el 2,21%. El segundo indicador, el Topix, que reúne todos los valores de la primera sección, perdió el 1,93%. Mejor le fue al parqué de Shanghai, que apenas se dejó un 0,1%, pese a la advertencia de las autoridades chinas de que el crecimiento de la segunda potencia mundial podría caer por debajo del 9% en 2012 afectada por la debilidad internacional.

Barroso sale en defensa del euro

Desde Australia, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, ha hecho esta noche unas declaraciones dirigidas a reconducir la situación y calmar a los mercados. Barroso ha señalado que la UE está trabajando para adoptar un enfoque convincente a largo plazo para hacer frente a los problemas derivados de los presupuestos nacionales y de la gobernabilidad en la eurozona. "Estamos trabajando hacia un enfoque convincente a medio y largo plazo para los presupuestos nacionales y la gobernabilidad en la eurozona que muestre sus progresos en los próximos tres años", ha indicado el político portugués.

Las declaraciones de Barroso no pueden ocultar que la amenaza de recaída en la economía global va calando, especialmente en Europa y EE UU; y la amenaza de derribo en la crisis fiscal europea es cada vez más patente, con dos boquetes abiertos en Grecia e Italia (y a su rebufo, España) que contrastan con la proverbial inacción de los líderes europeos, incapaces de hacer valer el acuerdo alcanzado en julio para rescatar a Atenas.

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