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Los mercados viven su mejor semana en tres años antes de la cumbre europea

El BCE estudia conceder un préstamo de 200.000 millones de euros al FMI

Manuel V. Gómez

Los mercados no han faltado a su tradición. Justo en los peores momentos, cuando peor pintan las cosas y más cunde el pesimismo, ellos sorprenden con grandes subidas diarias o semanales. Ha vuelto a pasar. La presión sobre la deuda de Italia, España o Bélgica ha aflojado. Y mucho. La prima de riesgo española ha caído 89 puntos básicos desde el viernes de la semana anterior. La belga, 109. Las Bolsas también han vivido momentos de euforia. El Ibex ha escalado en cinco días un 10,2%. Hay que remontarse hasta noviembre de 2008 para encontrar una semana mejor. Apenas habían pasado dos meses desde que cayera Lehman Brothers, cuando se congeló el crédito y el mundo se hundió en la Gran Recesión, a la que parece volver ahora.

La prima de riesgo española cae 89 puntos y cierra el viernes en 354
El crédito a Lagarde abriría otra vía para combatir la crisis de la deuda

La semana ha estado jalonada de hitos y declaraciones que los inversores han usado -esta vez- para aprovechar los precios bajos. Los seis grandes bancos centrales ampliaron la barra libre de liquidez en dólares. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha dado a entender que está dispuesto a ir más allá en las compras de bonos si hay un pacto fiscal. La subasta de bonos del Tesoro español fue mejor de lo previsto. Las comunidades autónomas han sorprendido a propios y extraños embridando su déficit. Y, sobre todo, los inversores apuestan por que la cumbre europea de la semana próxima dé una respuesta eficaz a la crisis de la deuda.

La consecuencia de todo esto ha sido que el índice selectivo español Ibex se ha alejado -por el momento- de los 8.000 puntos (cerró ayer en 8.558,6 puntos) y la prima de riesgo de España ha caído hasta los 350 puntos básicos. "Se había subido injustificadamente hasta los 500 puntos [básicos]", explica David Cano, de Analistas Financieros Internacionales, "lo que ha pasado es que los mercados interpretan que se van a hacer cosas coordinadas, que es posible una solución".

En esa dirección leyeron los inversores la noticia de que el BCE está dispuesto a prestar 200.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional, según adelantó la agencia Bloomberg. El organismo que dirige Christine Lagarde ya ha advertido de que la crisis de la deuda europea ha llevado al límite sus recursos. Y eso es lo que recordó su portavoz oficial, Gerry Rice, en respuesta a esta información para luego añadir: "Las autoridades europeas, así como otros miembros del Fondo Monetario Internacional, están estudiando la posibilidad de conceder préstamos bilaterales al FMI".

Este balón de oxígeno para el FMI es necesario ante la incapacidad de la Unión Europea de aumentar hasta el billón los 440.000 millones que ya tiene el fondo de rescate (FEEF) para afrontar la crisis de deuda. Con el dinero recibido de los bancos centrales, Lagarde podría financiar créditos a Italia o España, los dos países hoy por hoy considerados más vulnerables en los mercados de deuda. Para los países más reticentes a que el BCE compre bonos soberanos de forma masiva, como Alemania, esta medida permitiría abrir una nueva fuente de fondos sin violar la normativa europea, que impide que el BCE puedan acudir directamente en ayuda de los países con problemas de financiación

Esta noticia, junto con el buen -e inesperado- dato de empleo de Estados Unidos sirvió de combustible para que los mercados cerraran una buena semana. No obstante, como recuerda Cano, la crisis de deuda sigue ahí. Y anuncios mucho más espectaculares que los conocidos esta semana y saludados como la solución definitiva a la crisis de deuda, se han diluido a la semana siguiente por la incapacidad de concretar los detalles.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.
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