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La crisis del euro

El miembro austríaco del BCE sí apoya una reestructuración

Nowotny afirma que podrían aceptarse bonos griegos aun en caso de impago selectivo a corto plazo

La acometida de los mercados financieros de los últimos días ya genera las primeras divisiones internas en el Banco Central Europeo (BCE). Contradiciendo lo que el presidente de la institución, Jean-Claude Trichet, sostuvo ayer, hoy el miembro del consejo y gobernador del Banco de Austria, Ewald Nowotny, ha abierto la puerta a aceptar bonos griegos como colateral a pesar de que el país incurreira en algún tipo de impago, siempre que fuera selectivo y a corto plazo.

Nowotny vuelve sobre la rueda de definiciones, tabúes y eufemismos que ha caracterizado las negociaciones europeas a la hora de referirse a la reestructuración de la deuda griga. Asegura que "hay una amplio rango de opciones y definiciones, un default total, un default selectivo, un credit event [un impago aún más suave] y más". Algunas de esas opciones tendrían peores consecuencias que otras de cara a la calificación crediticia de Grecia pero también -lo más importante- sobre la percepción que tienen los inversores acerca de la Unión Europea y la solvencia de sus países miembros.

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Trichet se ha negado hasta ahora a aceptar cualquier tipo de impago, del color y la magnitud que sea. Pero la postura alemana de implicar sí o sí a los inversores privados en un segundo rescate griego (lo que supone algún tipo de impago) permanece bastante inamovible, este jueves hay reunión del Eurogrupo para tratar de llegar a un acuerdo y, mientras tanto, el tiempo apremia y los mercados castigan, sobre todo a España e Italia, actualmente en el ojo del huracán.

De forma que la voz del austríaco Nowotny es la primera que se alza en el BCE defendiendo una reestructuración que, en cualquier caso, debe evitar a toda costa un gran impago. "Tenemos que estudiar esto muy seriamente. hay algunas propuestas para permitir un impago selectivo a muy corto plazo que no tendrían mayores consecuencias negativas", ha dicho.

Al contrario que Trichet, que aseguró que no aceptaría bonos griegos como colateral en caso de impago de cualquier tipo, Nowotny considera que el BCE tiene la capacidad de decidir qué colateral acepta, y "esto no debería depender completamente de las agencias de calificación de riesgos".

"Es nuestra responsabilidad, nuestra propia decisión", ha declarado en una entrevista a lacadena CNBC. "Hemos probado esto en el caso de Grecia, irlanda y Portugal, respecto a qué tipo de colateral podemos aceptar. Por lo tanto, somos independientes respecto a las agencias de calificación, si bien no respecto a nuestros propios estatutos; hay ciertos límites", ha afirmado el consejero.

Y entratando en los mercados, que están a todas, los bonos griegos a dos años (es decir, los que se verían afectados por un impago sobre títulos a corto plazo) han escalado tras las palabras de Nowotny hasta el 39% de rentabilidad. Unos intereses que ya eran descomunales los días previos -ayer este bono cerró casi en el 36%- y que son el mayor reflejo de la absoluta desconfianza que se cierne sobre el país de la Acrópolis.

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